ARTISTAS SIN RECONOCIMIENTO

La Modelo se convierte en galería de arte marginal

La que fue cárcel de Barcelona acoge una exposición de arte 'outsider'', movimiento que empezó con las creaciones de enfermos mentales y prisioneros

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Natàlia Farré

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'Art brut'. 'Outsider art'. 'Pulsional art'. 'Prision art'. 'Vision art'. 'Schizophrenich art'... Muchas etiquetas para un solo resultado. Un arte creado en los márgenes del sistema social y artístico. Un arte que tiene su origen en la pulsión artística de los enfermos mentales, y un arte que hoy en día recoge expresiones artísticas que son pura subjetividad e individualidad creadas por personas que no cumplen con los preceptos de lo que se considera normalidad social y que, sobre todo, no siguen los cánones del arte. Los hay enfermos, sí, pero también prisioneros, sintecho, o simplemente autodidactas.

Dubuffet dogmatizó la corriente en 1945, en los 70 el concepto se amplió a todos los creadores situados en márgenes de la sociedad

El embrollo es considerable, y la clasificación casi imposible. ¿Es 'art brut' una marina hecha por un aficionado un domingo por la tarde? ¿Lo es el dibujo de un niño? ¿Y el creador que cuelga sus obras en Instagram? ¿Lo es Gaudí? Lo fue para los estadounidenses, no para los europeos. Así que "pasemos de nombres, de historias y de etiquetas. Son expresiones artísticas irreductibles a una etiqueta porque son pura singularidad". Palabra de Mery Cuesta, comisaria de la muestra 'Art irreductible'. Una exposición que "pretende liberar todas estas exposiciones artísticas hechas al margen del sistema de todas las etiquetas que se le han intentado endosar a lo largo de la historia".

Un noble objetivo con un curioso escenario: la Modelo. La elección no es baladí porque en la cárcel se crea mucho y se hace en los márgenes del sistema. De manera que las obras escogidas para la muestra conviven con las creadas in situ por los que pasaron por la cuarta galería, en su día la de los presos políticos. Tampoco es baladí porque la Modelo se construyó a principios del siglo XX siguiendo los criterios humanistas e higienistas de la época. Como se creó el frenopático de Les Corts. Un momento en el que los locos dejaron de verse como animales: "El alienado deja de ser el paria de la sociedad, sobre el que esta tiene el mismo derecho que sobre la bestia", reza un escrito de la época. Todo ello conllevó que aparecieran las primeras manifestaciones artísticas en este ámbito.

Criaturas fantásticas y alienígenas

El detalle es importante porque el primero que definió el 'art brut' y lo dogmatizó fue el artista y ensayista francés Jean Dubuffet, en 1945. El término hacía referencia a todas las expresiones artísticas realizadas por personas que estaban en lo que entonces era la marginalidad social, personas que vivían recluidas: en centros de salud mental o en prisiones. Personajes que vivían "de espaldas a la cultura", según Dubuffet. El artista cayó hechizado por estas obras después de realizar un viaje por Suiza y conocer la colección del doctor Walter Morgenthaler. Este fue uno de los primeros médicos, psiquiatras en su mayoría, que vieron creatividad y pureza expresiva en los dibujos de sus pacientes y empezó a coleccionarlos. Luego empezaron a exponerse, y el fenómeno llegó por estos lares. Aunque tardó unos años.

Un sintecho del Senegal se ha convertido en una estrella del 'outsider art' pero no lo sabe, sigue viviendo en la calle y está ilocalizable 

Por aquí, los doctores Ramon Sarró y Joan Obiols reunieron colecciones importantes. La muestra exhibe unos dibujos coleccionados por el primero llamados 'sanboianos' por estar realizados por un paciente de Sant Boi que creía ver las criaturas fantásticas que pintaba. La simbología, lo religioso y lo alienígena son motivos recurrentes en las obras de los enfermos mentales, detalles que también aparecen en las piezas que atesoraba Obiols y que la exposición recoge. Hasta aquí, todo parece bastante claro: arte creado por enfermos mentales o prisioneros sin formación artística pero con pulsión creativa. La cosa se complica en los 70, cuando un grupo de teóricos ingleses redefine el concepto 'art brut' como 'outsider art', una idea mucho más amplia y en la que cabe todo aquello que no es formal y que es producto de lo inconsciente y no de la razón.

Toreros y folclóricas

¿Cómo agrupar todo lo que esto implica? "Hay una serie de intuiciones, de esencias, de estéticas que lo definen: lo que es espontáneo, lo que tiene un punto primitivo, un punto autodidacta, un punto de visionario y, desde luego, lo que es singular", apunta la comisaria. Y singular fue Julio Julián, un caso de libro de artista 'outsider', el que crea compulsivamente en su casa y cuando muere ahí están los centenares de obras realizadas. Sus piezas muestran toreros y folclóricas ejecutados a partir de fotocopias, adhesivos y demás material acumulado. Tan singular fue Julián, como visionaria Josefa Tolrà, una payesa que se sentía "una humilde mediadora" entre espíritus y humanos y dibujo y bordó sus figuras místicas y fantasías astrales sin ningún objetivo de reconocimiento. Aunque a veces el reconocimiento llega y el creador se halla en paradero desconocido.

Una multa de 4.000 euros por vender en la calle libros recuperados de la basura es el soporte de una filigrana de dibujo

Es el caso de dos sintecho de la exposición. Housseinou Gassama es un senegalés que pintaba en maderas recuperadas de cajas de vino en el Born e intentaba venderlas. El caso es que las piezas forman parte de algunas colecciones de 'outsider art' y él se ha convertido en una estrella de este movimiento pero no lo sabe. Sigue sin hogar y nadie es capaz de localizarlo. Algo parecido pasa con Pedro Izquierdo, que en la muestra expone una filigrana pintada sobre una multa de más de 4.000 euros que le pusieron en Barcelona por vender en la calle libros recogidos de la basura. Y dibujos de su amigo Antolín, el perro que le acompaña. Luego hay creadores, como Srta Cobra, que no viven al margen del sistema pero sí crean fuera de él. Son 'outsider art' por posicionamiento y estética.  

Piezas radicales y honestas

Lo dicho, un barullo de creadores y posicionamientos no sistematizados de difícil clasificación que Cuesta aboga por desetiquetar pero que asegura no desaparecerá. De entrada, en Barcelona coinciden dos exposiciones, la que aquí atañe y 'Art i follia', la que recoge en la Fundació Joan Brossa buena parte de la colección del doctor Obiols. Tanto 'art brut' "quizá tiene que ver con el cansancio del arte conceptual que no completa un cierto mecanismo de comunicación mágico que sí completan obras hechas con esta radicalidad y honestidad. Si estamos viendo mucho 'outsider art', más vamos a ver". Palabra de comisaria.