CRÓNICA

Un 'Quijote' vibrante de juventud

La sincronía en los números de grupo del Ballet de Catalunya fue impecable

DON QUIJOTE ICULT

DON QUIJOTE ICULT / periodico

Valèria Gaillard

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El héroe de la novela de Cervantes ha protagonizado varios ballets a lo largo de la historia. El que ha sobrevivido al paso del tiempo, sin embargo, es el 'Don Quixote' de Marius Petipa, musicado por Ludwig Minkus. Petipa, que estudió danza española en Madrid a mediados del siglo XIX y escribió diversas obras de aroma castizo, se inspiró básicamente en los amores de Kitri y Basilio para mostrar un país idealizado de toreros y sevillanas. Pues bien, la versión que presentó el pasado fin de semana el Ballet de Catalunya en el Centre Cultural Terrassa proponía volver al texto cervantino añadiendo la lectura de algunos fragmentos. Así mismo, incorporaba nuevos escenarios y bailes folclóricos para mostrar toda la riqueza de los diferentes territorios que aparecen en la novela. La operación es interesante y lograda, menos en el caso del flamenco. Este último, interpretado por tres alumnas de danza del Institut del Teatre acompañadas de músicos en directo, suponía un “entremés” difícil de digerir en medio de un ballet clásico. 

La pareja principal con Rebecca Storani y Dimitri Zagrebin entusiasmó al público 

A parte de esta cuña un poco forzada, el conjunto del ballet fluyó a buen ritmo, interpretado por un cuerpo de baile que destacaba por su juventud y energía. La sincronía en los números de grupo fue impecable y ya podrían aprender de los catalanes las innumerables compañías rusas que nos visitan con unas propuestas descosidas y desganadas porque si una cosa sobresale de esta versión es el gran entusiasmo que transmiten los bailarines. Y entusiasmo también es lo que generó entre los espectadores la pareja principal, compuesta por Rebecca Storani Dimitri Zagrebin (10 de noviembre). Zagrebin, que ya participó en la gala del IBStage este verano, es un bailarín apasionado, de múltiples giros y saltos ágiles. Storani, con quien mantiene una fuerte complicidad, es una bailarina de pura raza, con mucha técnica, pero siempre usada en pro de un baile grácil y expresivo. Totalmente natural. Al final del espectáculo, el director de la compañía, Leo Sorribes, anunció su más que merecido ascenso a Primera Solista. Sin duda, es una estrella ascendente.

Admiración, respeto y asombro, todos estos sentimientos sobrevolaban la sala del Centre Cultural tras una representación que supone un paso al frente de esta joven compañía que lucha por tirar adelante su proyecto artístico. Su 'Quixot', teniendo en cuenta los escasos medios con los que cuentan, es casi un milagro, una prueba de que, cuando hay convicción, trabajo y esfuerzo, el resultado está ahí.