UN ESTRENO ESPERADO

'Overlord', contra los supervillanos nazis

El director Julius Avery y el actor Wyatt Russell hablan de su experiencia rodando esta producción de J. J. Abrams, que llega el viernes a nuestros cines

Juan Manuel Freire

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El director australiano Julius Avery ha pasado de rodar una película de medio-bajo presupuesto ('Son of a gun', con Ewan McGregor y Alicia Vikander) a ponerse a los mandos de la hazaña bélica sobrenatural 'Overlord', 38 millones de dólares de película. ¿Daba vértigo? "Un poco lo daba", nos explicaba Avery durante el festival de Sitges, donde la película, que llega este viernes a nuestros cines, tuvo su 'première' europea. "Hay más dinero invertido, mucho más en juego. Pero al final los principios del trabajo son los mismos: una cámara, unos actores, una habitación. Eso es todo".

Tanto como todo, todo, tampoco. En 'Overlord' hay un electrizante accidente de avión (al fin y al cabo, es una producción de J.J. 'Perdidos' Abrams), un salto en paracaídas en visión subjetiva, explosiones impecables, experimentos genéticos que acaban fatal… Los nazis de esta segunda guerra mundial juegan con seres humanos para crear el ejército definitivo, uno que dure mil años. "De acuerdo, es verdad, nunca antes había trabajado con efectos especiales de maquillaje", admite Avery. "Fue muy guay. Esos momentos con tipos que se quedan sin media cara, o que caen y se parten el cuello, los hicimos siempre con efectos prácticos. Me gusta hacerlo todo lo más táctil posible. ¿Cómo queremos que un actor reaccione con horror a una cara llena de puntitos blancos?".  

"¡Totalmente! Esa es la cuestión", apunta, a su lado, el actor Wyatt Russell (hijo de Kurt Russell y Goldie Hawn), que encarna al curtido coronel Ford. "No es fácil hacer como que temes algo cuando no sabes realmente bien qué es. Es más fácil si puedes verlo y tocarlo".

Así es como se hicieron las cosas (y 'La cosa') en el cine fantástico de los 80 al que Avery parece tener en un altar. Pero por encima de James Cameron, o Steven Spielberg, o John Carpenter, está su abuelo: "Él fue mi principal referente. Luchó en la segunda guerra mundial, en la Campaña en África del Norte. Cuando iba a su casa de pequeño solía darle la paliza para que me contase historias y repasaba sin cesar sus álbumes de fotos. Desde muy joven, se me metió en la cabeza la idea de hacer una película bélica, aunque fuese tan chalada como esta".

Un actor en racha

Avery estudió cine bélico, de terror y de aventuras para rodar 'Overlord'. Russell prefirió ver solo documentales. "Mientras corría en la cinta, preparándome para rodar, veía o escuchaba documentales sobre la segunda guerra mundial. Quería ser como esa gente en lugar de imitar a héroes de otras películas. Era gente normal. Y así son nuestros personajes: gente normal metida en una situación que no lo es".

Quédense con su cara, si todavía no lo han hecho, porque Russell está llamado a ser una estrella. En los últimos años ha estado en racha, encadenando películas indies tan celebradas como 'Todos queremos algo' e 'Ingrid goes West'; el fabuloso episodio 'Playtesting' de 'Black mirror', o la aplaudida serie 'Lodge 49' de AMC, cuyo protagonista es el polo opuesto del coronel Ford: un surfero algo vago, Dud, en busca de un sentido para su vida. "Empecé a hacer la serie dos semanas después de acabar esta película, y el cambio de chip fue brutal. Casi me explota la cabeza". Como le pasa a alguno en 'Overlord'.