CITA CON LA HISTORIETA NIPONA

Furor en el Salón del Manga mientras la industria editorial bate récords

Asistentes del primer día del Salón del Manga de Barcelona 2018.

Asistentes del primer día del Salón del Manga de Barcelona 2018. / periodico

Josep M. Berengueras

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Hace ya años que las colas no son noticia en el Salón del Manga. Las empresas de vallas hacen su agosto cuando llega esta feria que sigue con su crecimiento: el año pasado marcó récord con 147.000 asistentes, y este año busca repetir esa cifra o incluso superarla pese a durar un día menos. El inicio de la feria, este jueves, prometió: entradas anticipadas agotadas para los cuatro días que durará la feria antes de abrir puertas y, cómo no, lleno absoluto dentro de la feria. Es la locura manga, y durará hasta el domingo.

El Salón del Manga ocupa 75.000 metros cuadrados, el mismo espacio que el año anterior y con el objetivo redoblado de dar un gran salto de espacio a Fira Gran Via. De hecho, esta cita se ha convertido en pocos años en un encuentro multitudinario que agrupa mucho más que aficionados al manga y al anime (animación japonesa): el público es variopinto, y va desde padres con hijos -aquellos que hace 20 años veían 'Bola de Drac' por la tele y que siguen acudiendo a la feria- a jóvenes con ganas de cantar, bailar y disfrazarse. En cifras, este salón es ya el tercero abierto al público con más asistentes de la ciudad, solo superado por el del Automóvil y el Primavera Sound. Supera a otras citas como la Barcelona Games World o el Sónar. También, a encuentros profesionales como el Mobile World Congress.

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En la feria hay este año también más estands que en ninguna otra edición (222, el 9% más que hace un año), y se celebran más actividades que nunca. Ficomic, organizadora del salón, ha unido además bajo el concepto Japan Experience multitud de actividades relacionadas con la cultura japonesa, tanto tradicional como moderna. De esta forma, los aficionados encuentran dentro un mix de compras -tanto mangas como mercadotecnia-, actividades de todo tipo, exposiciones y pasatiempos como, simplemente, sentarse a ver desfilar las miles de personas que acuden disfrazadas o a degustar unos takoyaki (bolas rellenas de pulpo).

El éxito del Salón del Manga viene a la par que el momento editorial más álgido del sector. Aunque no existen cifras oficiales -ni de ventas ni de tiradas-, el experto en cultura japonesa Marc Bernabé analiza todos los años el número total de novedades de cómic japonés que se lanzan en España, y las últimas cifras disponibles afirman que el 2017 fue el año con más novedades manga en España de la historia: 793, lo que supone 103 títulos más que en el 2016 y 46 más que el año que hasta ahora marcaba el récord, el 2007 -junto antes de que la crisis se llevara por delante ventas y algunas editoriales-. 

Este 'boom' del manga, además, está trayendo consigo un auge del interés por la cultura japonesa. Se puede ver en el salón, con el gran éxito de las zonas de cultura oriental: talleres de kimonos, escritura japonesa y juegos como el shogi (ajedrez japonés), pero también con la presencia en la feria -por primera vez- de dos empresas japonesas de no manga:Muji Uniqlo. Pero el 'boom' se nota más allá de Fira: en la ciudad hay furor por los restaurantes de ramen -más allá del éxito del sushi- y en las librerías, además, hay un aluvión de publicaciones relacionadas con Japón.

Los libros son un buen ejemplo. Bernabé, de hecho, es uno de los que estrenan publicación en este salón: 'Japón. Manga, traducción y vivencias de un apasionado del país del sol naciente' (Norma Editorial).  "Muchos entramos en el mundo de Japón porque nos gustaba el manga, y después hemos descubierto un montón de cosas que también son atractivas. En mi caso, me convertí en traductor de japonés y viví en Japón. En otros es la gastronomía, las artes marciales, la arquitectura, los viajes, la caligrafía... El manga es un trampolín que descubre otras muchas facetas de Japón", destaca el autor.

Satori Ediciones es una de las editoriales que han visto cómo el empuje del manga les llevaba lectores. "Llevamos 11 años publicando literatura japonesa. Parecía un mercado muy pequeño, pero lo que vemos es que cada vez gente más joven compra el 'Monogatari' del siglo XII porque hay un manga que habla de él", explica Marian Bango, editora de Satori. Qaterni es otra de las editoriales que se han sumado a este boom. "Los yokais [monstruos japoneses] son un éxito de ventas. Los japoneses no lo entienden", completa Bango.

"Los jóvenes que han leído manga o visto anime han descubierto elementos de la cultura japonesa que les llaman la atención: cómo viven, las ciudades, las costumbres... Eso acaba repercutiendo en sus intereses", destaca por su parte Eric Gil, consejero delegado de Eikyo, influencias japonesas, con tienda en Barcelona y que edita la revista de cultura japonesa homónima. "Lanzamos la revista pensado que igual funcionaba a nivel local pero tras el primer número empezaron a llamarnos de toda España que la gente quería la revista", agrega.

En el salón la variedad editorial y de negocios está presente. Más allá del manga y el anime, hay puestos de pósters, distribuidoras de películas niponas, servicios de vídeo en 'streaming', revistas de cine oriental... y de venta de kimonos, de pelucas, de lentillas psicodélicas... incluso uno de máquinas de coser para los amantes de los disfraces. En el Salón del Manga, si tiene relación con Japón, tiene cabida.