Rosalía: ha nacido una estrella

En lo que llevamos de siglo escasísimos discos españoles han levantado semejante expectación. Por fin, este 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, verá la luz. El segundo trabajo de Rosalía mezcla estilos que nunca antes habían convivido. Y hasta su título, dicho de una manera u otra, se presta a remarcar las transversales dimensiones del fenómeno. Escrito solo con las siglas ‘EMQ’, suena al mundo de las tendencias. Y dicho completo, ‘El mal querer’, remite a la profundidad de la literatura medieval en que inicialmente se inspira.

De la misma manera, Rosalía despierta entusiasmos hasta en los más incompatibles medios. ¿Recuerdan algún otro artista que haya sido sucesivamente portada en revistas tan dispares como ‘Rockdelux’ y ‘Cosmopolitan’? La prensa especializada y la generalista. Incluso la del corazón habla de ella. El mito de ‘Ha nacido una estrella’ (que justo ahora goza de enésimo remake) se ciñe como un guante a su piel. En un país como España donde saltar de la escena alternativa al mainstream es poco menos que imposible, Rosalía lo ha conseguido. Y para mayor mérito, sin apoyo de ninguna radiofórmula. Si el año pasado fue la gran revelación, este está siendo el de la precoz consagración. Si lo que ocurre aquí es antológico, la escalada a nivel internacional que está viviendo no tiene parangón.

Rosalía: "Me siento cómoda con la imagen de mujer fuerte"

No sé recuerda ningún caso en que los astros se hayan puesto de acuerdo de tal modo. Y nunca mejor dicho, la lista de figuras con las que está colaborando o que la elogian es interestelar: Pharrel Williams, Diplo, Juanes, Chalie xcx, Gorillaz, J. Balvin, Dua Lipa, Juanes, Emily Ratajkowski,  Billie Elish, Karol G, Lele Pons, Mr. Eazy, las hermanas Kardashian… Y la guinda, tan española como universal, la ha puesto Almodóvar al incluirla en una escena de su próxima película.

La explosión está siendo vertiginosa, pero no todo ha ocurrido de la noche a la mañana. Grabó su debut sin inicial respaldo. Y cuando todo funcionaba a las mil maravillas, entre actuación y actuación y sin todavía contrato discográfico para ‘EMQ’, lo fue grabando y preparando los videos por su cuenta y riesgo. No solo ha pisado alfombras rojas. Entre los variopintos garitos en los que quien estas líneas escribe la vio actuar años atrás, hay uno que sobrepasa cualquier límite underground. En un local muy estrecho del Raval barcelonés. Ella cantaba por derecho ajena a la repentina estupefacción del público; que veía como, sobre el escenario, una rata se paseaba por las vigas del techo.