ADIÓS DE UN ESCENARIO HISTÓRICO

La Sala Muntaner cierra tras 24 años de artes escénicas

Además del IVA cultural, el portavoz del teatro señala a la situación política como culpable de la caída de público desde septiembre del 2017

Escena de 'Ara que ho tenim tot', uno de los últimas obras representadas, este verano, en la Sala Muntaner.

Escena de 'Ara que ho tenim tot', uno de los últimas obras representadas, este verano, en la Sala Muntaner.

El Periódico

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Los responsables de la Sala Muntaner -Josep Maria Coll, en la dirección artística, y Javier Urbasos, en la gerencia-, que ha anunciado que cierra sus puertas después de 24 años de actividad escénica en el centro de Barcelona, han señalado este martes, "con mucha tristeza", que "bajan el telón para no volverlo a levantar". La falta de espectadores ha provocado el adiós tras dos décadas en las que han "creado riqueza cultural, creatividad y puestos de trabajo". Ayudaron a desarrollar las artes escénicas, descubriendo talentos emergentes y "dando espacio a nuevas lecturas de los clásicos de todos los tiempos".

En otoño de 1994, cuando iniciaron su trayectoria, apostaron por espectáculos que en aquel momento no tenían hueco en el panorama teatral de Barcelona. "Nos sentimos herederos de grandes salas míticas del siglo XX en la ciudad, empezando por el Emporium Cabaret, escenario en el que por primera vez los barceloneses descubrieron a Charles Aznavour". Sobre esos cimientos levantaron su proyecto, recuerdan. 

Grandes nombres del teatro

Los responsables de la Sala Muntaner agradecen al público que hizo grande a la céntrica sala, por la que pasaron importantes nombres de la escena, desde Mercedes Sampietro a Mercè Aránega, Lluís Soler, Ramon Madaula, Àngels Bassas o Manel Barceló, con obras que han seducido a público y crítica. 

Sin embargo, la última temporada, y, especialmente, "a partir del mes de septiembre del 2017 fue terrible, con espectáculos buenos que no se merecían que no fuera nadie", lamentan los responsables. "Lo que para otros teatros ha sido una gripe, para nosotros ha sido una neumonía, que primero nos llevó a la UVI y ahora al cajón". La cuestión del IVA cultural también les ha afectado, pero acabó "siendo como algo asumido, aunque después llegó la situación política y con dos batacazos es muy difícil continuar", precisan. Mañana los trabajadores se reunirán con la empresa para tratar su situación.

Entre los últimos éxitos de la sala -algunos solo de crítica- se cuentan 'El test', 'L'electe', 'Cabareta', 'Paradís Pintat', 'Dansa de mort' o la más reciente 'Mala broma', de Jordi Casanovas, dramaturgo y director vinculado al espacio en las últimas temporadas. Además, desde hace años, el teatro ha acogido paralelamente, en sesiones más noctámbulas, al mentalista Luis Pardo, con la idea de atraer al público joven. 

Un éxito de despedida

Casualmente el triste broche final lo puso en julio la aclamada 'Vania' de Àlex Rigola, versión del clásico de Chejov que agotó todas las localidades (el aforo se redujo a 60 espectadores). La desolación vital del maestro ruso que Rigola sirvió a un público encerrado en una caja. Una forma de acercarlo al asfixiante desencanto de los personajes, el mismo que ha llevado a los responsables de la Muntaner a bajar el telón. 

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