Dos cuadros aparecen pintados con spray en una exposición colectiva del Centre Cívic Guinardó

El pasado lunes, 17 de septiembre, Santi Benítez, estudiante de Diseño, retiró dos de los cuatro cuadros que exponía en una muestra colectiva en el Centre Cívic Guinardó tras un acto vandálico en el que aparecieron pintados con spray. Los cuadros de la muestra, comisariada por Carlos Castaño, fueron manipulados de forma intencionada con sprays verde y azul. Casualmente, un bote de spray de este último color, que ya ha sido retirado, se encontraba colgando del techo en la misma sala como parte de la obra vecina, que incita a la intervención del público sobre el trabajo artístico. 

Sin lanzar acusaciones pero aún sorprendido por lo que ha sucedido, Santi Benitez denunció el ataque sufrido en sus redes sociales donde ha recibido numerosas muestras de apoyo de otros artistas. “Lo que ha sucedido es una falta de respeto hacia mi trabajo en el que he invertido muchos meses”, explica Benítez. “Por una parte, estoy agradecido porque se me ha dado la oportunidad de exponer por primera vez. Sin embargo, estoy estudiando emprender acciones legales porque es una agresión que no puede quedar impune”. Además, antes de la exposición, un comprador británico se había interesado por una de estas obras, valoradas en alrededor de 200 euros. El joven artista, que retiró sus cuadros el pasado lunes, realizó unos esbozos de las obras que colgó en la misma pared para denunciar lo ocurrido.

La exposición multidisciplinar, que se puede visitar hasta el sábado, 29 de septiembre, tiene un carácter voluntariamente caótico y experimental sin hilo conductor. “Contacté con artistas debutantes porque quería que esta muestra estuviera formada por creadores que nunca antes hubieran expuesto, para censurar que en Barcelona siempre expone la misma gente en los mismos sitios”, apunta Castaño, comisario de la muestra. “En la inauguración, que tuvo lugar el 6 de septiembre, participaron decenas de personas que interactuaron con las obras. Aunque es evidente que debe existir un respeto por el trabajo de los creadores, fue imposible controlar a todos los asistentes”, añade. Pese a que desconoce en qué momento se produjeron las pintadas, el organizador afirma que probablemente fue durante la inauguración, aunque nadie se dio cuenta hasta días más tarde.

Sin seguridad

 La directora del Centre Cívic Guinardó, Patricia Campos, que trabaja desde hace una década en el centro, asegura que es la primera vez que se encuentran con una situación así. “En el centro cívico no nos podemos hacer responsables de las obras expuestas, ya que no disponemos de ningún tipo de seguridad en la sala, [no es un requerimiento del Ayuntamiento] más allá de los trabajadores que se encuentran en recepción”. La directora insiste en que siempre facilitan un documento especificando esta situación a los artistas que exponen. Sin embargo, este es un caso atípico, ya que al tratarse de una muestra colectiva, el comisario fue quién hizo la propuesta al centro y ninguno de los artistas firmó el documento mencionado por la directora.

Este suceso reabre el debate sobre a quien corresponde la responsabilidad cuando se exponen obras en espacios públicos que carecen de vigilancia. Es fundamental para los artistas dar a conocer su trabajo, por lo que los centros cívicos son un escaparate ideal donde empezar a exponer sus creaciones. Pero, en definitiva, la pregunta es:  ¿quién asume la responsabilidad, cuando estas obras aparecen maltrechas?