MERCAT DE MÚSICA VIVA DE VIC

Fascinados por Léon Theremin

The Pinker Tones y el Quartet Brossa estrenan un espectáculo inspirado en la peripecia vital del inventor ruso, creador del theremin, el primer instrumento musical electrónico

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zentauroepp44910033 foto the pinker tones quartet brossa toni mira fotografi180912183513 / Marti Berenguer

Jordi Bianciotto

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Sabíamos que Léon Theremin creó el instrumento pionero de la música electrónica, conocido como theremin, pero quizá no éramos tan conscientes del peliculón en que había consistido su vida, en que los inventos fantásticos se cruzan con tramas de amor imposible, desafíos a los cánones raciales de su tiempo y una estancia en un gulag que no erosionó su compromiso con el comunismo hasta sus últimos días. Una historia que The Pinker Tones y el Quartet Brossa ven como “una tragedia griega” y que les ha inspirado en ‘Leon’, el espectáculo que estrenan este jueves en el Mercat de Música Viva de Vic (teatro Atlàntida, 18.30 horas).

“¿Cómo puede ser que Hollywood no haya hecho todavía una película sobre él?”, se pregunta Àlex Llovet, de The Pinker Tones, fascinado por la historia del músico y científico ruso (1896-1993). “Un tipo que cuando está en el mejor momento de su vida, recién casado, aclamado en todo el mundo, ganando dinero con la patente del theremin y codeándose con la flor y nata de la burguesía neoyorquina, de repente lo deportan a Rusia y se pasa 10 años en un gulag apartado de todo”, se asombra.

De violoncelista a violoncelista

No es de extrañar que cuando el Quartet Brossa les propuso compartir un proyecto, ellos lo tuvieran claro, acogiéndose a la conmemoración, en el 2019, del centenario de la patente del theremin. “Y con la coincidencia de que Leon era violoncelista y comenzó a trabajar con la electrónica a partir de su pasión por la música y por ese instrumento”, ilustra Aleix Puig Caminal, del Quartet Brossa. Pero, más allá de ese hallazgo musical reconocible porque se interpreta acercando y alejando las manos, a veces de un modo teatral, a las antenas, emisoras de señales eléctricas, Leon Theremin inventó “el sensor con el cual las puertas se abren automáticamente a tu paso, o el primer altímetro que llegó a la Luna, en el Sputnik”, añade Llovet con admiración.

‘Leon’ recorre la peripecia de Theremin con sus pronunciados altos y bajos. “Desde momentos álgidos como cuando se enamora de la bailarina negra Lavinia Williams, en Nueva York, que reflejamos con una canción electro-pop divertida y ‘uptempo’, al momento más grave, cuando llega a pensar en el suicidio”, revela Llovet. La figura de Theremin será evocada sucesivamente por diversos integrantes del espectáculo, desde el cantante Salva Rey, de The Pinker Tones, al thereminista Víctor Estrada, o el actor y bailarín Toni Mira, que se introduce aquí en un territorio inédito. “Aunque yo soy músico frustrado”, desliza. “En realidad, creo que soy músico, solo que no sé tocar”.

Superviviente del gulag

Repasando la historia de Theremin bien podríamos pensar que fue una víctima de los totalitarismos, pero ellos prefieren potenciar el fondo emotivo y humano por encima del político. Al fin y al cabo, él nunca dejó de ser un comunista convencido. “Cuando lo deportaron a Rusia creía que lo recibirían como a un héroe nacional y tendió a pensar que lo de mandarlo a un gulag fue un malentendido. Luego, no paró hasta conseguir el carnet del partido, poco antes de la caída de la URSS”, explica Àlex Llovet a propósito de este “hombre fascinante”, que incluso en el gulag “sobrevivió gracias a sus inventos para facilitar el trabajo de los presos”.

El lenguaje musical elegido por The Pinker Tones y el Quartet Brossa, a los que se sumarán en escena las voces del Quartet Mèlt, ha tomado en cuenta “referencias contemporáneas” a Theremin, apunta Àlex Puig Caminal: Shostakovich, Stravinsky, Copland. “Desde un punto de vista del estilo que hemos ido construyendo con los años y con guiños a la electrónica”.

Dado que la historia de amor de Theremin y Lavinia Williams terminó con tonos trágicos (décadas después de salir del gulag se reencontraron por carta, pero ella murió súbitamente en Haití, el países de sus ancestros, cuando quizá consideraban un reencuentro), ‘Leon’ no culmina con un ‘happy end’. “Decidimos ser estrictamente biográficos”. Queda su estela intrigante, inspiradora de una obra que en enero verá la luz en disco y que se prevé viaje a nuevos escenarios el año que viene.