EN 1978

La verbena de La Tortuga Ligera: punk, navajas, avalanchas y el gran atasco

El cámping de la autovía de Castelldefels acogió en Sant Joan 24 horas de música que pese al caos fueron un episodio seminal de la cultura 'underground' barcelonesa

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Kiko Amat

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El lugar ya había presenciado, en mayo de 1977, la gran fiesta por la legalización del PSUC, así como otros eventos multitudinarios, por lo que fue escogido por la promotora Cuc Sonat para montar un festival de 24 horas la noche de Sant Joan de 1978. Se necesitaban 24 grupos, "uno por hora -según Xavi Cot, fundador de Cuc Sonat-, así que cogimos todos los que pudimos que no cobrasen demasiado o nada". El plantel de aquella verbena se lee hoy como un quién es quién del protopunk y el rock macarra de la época: La Banda Trapera del Río, Masturbadors Mongólics, Kaka de Luxe (Madrid), Basura, Mortimer, La Morgue (Valencia), Melodrama y muchos otros.

El cartel de la verbena de La Tortuga Ligera de 1978.

El belén que se armó aquella noche, según fuentes consultadas, hace que Canet Rock parezca una acampada del 'cau'. Carles Amat, quien presenció los festejos en calidad de espectador, afirma que fue una "fiesta total, con absenta y canutos y unas 60.000 personas". El sarao colapsó la C-31 (por aquel entonces dos parcos carriles en dos sentidos, sin mediana), que ya solía ir hasta los topes de tráfico, y el "monumental atasco" inundó la autovía de coches aparcados hasta el puerto de Barcelona. Cot detalla en su memoria sobre Cuc Sonat cómo la noche siguió parámetros igualmente caóticos, empezando por el público pagador: "Se estaba colando la gente a centenares o miles -escribe-, el recorrido del perímetro del cámping estaba cercado con una valla de cañas bastante endeble, por eso escogimos a uno del Cuc Sonat para que contratara a gente para controlar todo el perímetro y proteger las vallas. El problema es que a quien contrató o eran guardias civiles retirados, yonquis o pasotas, y todos ellos estaban (…) escaqueándose".

Tanto si pagaron como si no, los asistentes fueron testigos de parecidas escenas de desorden sobre el escenario: Lluís Miracle, de Masturbadors Mongólics, salió a tocar con la camiseta blanca manchada de sangre. "Nos explicó -escribe Cot- que se había estado pegando en una de las barras del bar con unos tíos que le habían llamado pijo". Morfi, de La Banda Trapera, por poco no se pegó también con uno del público que les había lanzado un petardo. Los barceloneses Basura, con un 'show' pésimo, casi originan una revuelta. Fernando Márquez 'el Zurdo', por aquel entonces en Kaka de Luxe, me apunta que recuerda "la 'senyera' quemada en plan gesto punky cool por Els Masturbadors Mongòlics; el travesti hirsuto del grupo valenciano La Morgue, como encarnación en 3D de algún personaje de Mediavilla; y unos gitanillos que se metieron con la camisa que llevaba llamándome 'negro marica' (en alusión al Huggy Bear de la serie 'Starsky y Hutch')".

Pese a las avalanchas humanas constantes y la ocasional navaja automática (eran 'quinqui times'), no hubo que lamentar más desgracias que las descritas, y La Tortuga Ligera incluso alojaría un par más de verbenas (la de 1980 tuvo a Radio Futura, Los Rebeldes, Sisa y la Mondragón). En 1982 todo el terreno se reconvirtió definitivamente a zona de acampada.