La Fundació Dalí denuncia al expresidente del Palamós y el Alavés

Usar el nombre y el bigote de Dalí en vano trae consecuencias. O lo que es lo mismo: el uso de la propiedad intelectual, industrial y de imagen del genio están sujetas a permisos. Los derechos los tiene y los gestiona única y exclusivamente la Fundació Gala-Salvador, y lo hace con celo. Así que el 6 de julio la institución presentó una demanda en EEUU contra Dali17, un museo abierto hace un par de años en Monterrey por Dimitri Piterman con su colección particular de trabajos del artista ampurdanés. Museo por el que, según la prensa norteamericana, pasaron 50.000 personas el año de su estreno.

El problema no es que el que fue presidente del Palamós y del Alavés muestre sus fondos de Dalí sino que use el nombre del artista como marca del museo y su bigote como imagen. Para poder hacerlo debería tener el permiso, y no lo tiene, de la fundación. Así que la institución ha obrado como obra siempre que hay problemas de propiedad intelectual o de imagen de por medio: denunciarlo ante los tribunales.

Uso ilegal

Aunque antes habría advertido a Piterman de su actuación: "Los demandados han sido informados de que su conducta es ilegal, pero permanecen inamovibles y continúan anunciando y proporcionando bienes y servicios que infringen los derechos de propiedad intelectual y publicidad de la fundación", apunta la demanda. Extremo que Piterman niega en un comunicado: "Nos hemos enterado de la denuncia presentada a través de los medios de comunicación. No hemos recibido ninguna queja”.

En cualquier caso, la demanda apunta que el empresario americano "se ha apropiado indebidamente del nombre e imagen de Dalí para publicitar y promover el museo"; e insiste, también, en la reproducción ilegal de objetos de merchandising para su venta. La fundación pide que se retiren todos los productos de promoción con la imagen y el nombre del artista, así como que se cambie el nombre del museo. Además reclmana una compensación económica. 

Dali17, según la página web del museo, reúne 300 obras originales del artista. Y tiene como objetivo promover la relación del genio con Monterrey, donde vivió en 1940.