CRÓNICA

Santana, mística y sensualidad en Peralada

El guitarrista recorrió sus cinco décadas de carrera, incluyendo su iniciático 'Jingo' y 'hits' como 'Corazón espinado', en un exuberante concierto en el festival ampurdanés

Santana, en su actuación en Peralada.

Santana, en su actuación en Peralada. / .44637952

Jordi Bianciotto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Santana es la leyenda de Woodstock y el autor de ‘hits’ modernos de rock latino, el chamán y el sensual estilista de la guitarra, perfiles todos ellos que desplegó este sábado en el Festival Castell de Peralada en un concierto frondoso que cubrió los registros más significativos de sus cinco décadas de carrera. Cita del llamado ‘Divination tour’ (que vuelve a esquivar la ciudad de Barcelona, donde lleva ya 15 años sin actuar) y fiesta sensorial para los fans de este carismático músico de origen mexicano que en su adolescencia fue a parar a la entonces vibrante ciudad de San Francisco.

Aquella atmósfera del naciente rock ácido de la costa oeste, cosa seria, se respiró en sus primeros álbumes, a los que Santana se acogió en las piezas que abrieron el concierto: ‘Soul sacrifice’, ‘Jingo’ y ‘Evil Ways’, servidas de un tirón, la última con un guiño a ‘A love supreme’, de Coltrane, entre solos intempestivos con su guitarra dorada. Buscando las notas en los trastes altos y agudos, y reviviendo aquella música mística y culturalmente desafiante, que introducía pistas afrolatinas en el imaginario del rock y clamaba por un orgullo chicano. Fuerte base rítmica, con la exuberante labor de batería de su señora esposa, Cindy Blackman (tiempo atrás integrante de la banda de Kenny Kravitz), y otros dos percusionistas suministrando capas agitadoras.

Pidiendo “más fuego”

El Santana explorador que puso en su día un sello único en la psicodelia, y el que hizo suyo un éxito latino, el mambo ‘Oye cómo va’, de Tito Puente, ahora con dos voces en escena, las de Andy Vargas y Ray Greene (este, también trombonista), acercando un poco más sus artes al público. ‘Right on’, su asalto a Marvin Gaye, y ‘Mona lisa’ alzando el tono de su rock latino: ahí, viendo al público todavía sentado, le pidió que tuviera “más fuego” y que fuera “más vibrante”.

Llegaba el momento de los éxitos de la era ‘Supernatural’ (1999). “Ustedes tienen algo dentro que tiene que salir”, desafió. Y con ‘Maria Maria’ encauzó Santana el ‘crescendo’ de la noche, con la audiencia ya en pie y volcada, en el que no faltaron ‘Corazón espinado’ ‘Smooth’. Éxitos comerciales que tiñó de mística cuando hizo un curioso elogio de la locura. “La gente que está loca es más feliz, estar loco es como una meditación, es comenzar a estar con Dios”, aseguró este músico de 71 años que sigue al pie del cañón: tras su disco con The Isley Brothers, anda tramando con el productor Rick Rubin un trabajo en el que tomará parte Concha Buika. La conjunción del “amor y la luz” sigue expandiéndose.