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Los secretos del filme político 'El rehén'

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el rehen foto 1 / SIFE EDDINE EL AMINE

Eduardo de Vicente

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-El autor. En muchas ocasiones se cuestiona quién es el auténtico autor de una película. En este caso parece claro, Tony Gilroy, que figura como guionista y productor. El filme tiene un trasfondo de denuncia que recuerda a su filme Michael Clayton, la cámara en continuo movimiento y el tono casi documental también evocan a la saga Bourne, de la que dirigió un capítulo y escribió tres más.

-El director. El filme tiene poco del estilo habitual de su realizador Brad Anderson, especialista en terror como demuestran Session 9 o El maquinista (rodada en Barcelona y alrededores con un escuálido Christian Bale), que ahora se apunta al thriller político.

-El protagonista. Jon Hamm consiguió la fama con su personaje de Don Draper en Mad Men pero en el cine no le ha ido tan bien. El chico del millón de dólares fue su gran oportunidad al frente de un reparto y un fracaso monumental. Tampoco tuvo un buen paso por la cartelera la comedia Las apariencias engañan y su único éxito taquillero (Baby driver) estaba centrado en otro personaje, el del joven conductor interpretado por Ansel Elgort.

-La protagonista. La británica Rosamund Pike empezó a despuntar tras ser chica Bond en Muere otro día. Interpretó papeles secundarios en filmes de prestigio (Orgullo y prejuicio, An education) y tras participar en algunos títulos interesantes como El mundo según Barney rompió moldes como la mujer fatal de Perdida con David Fincher. A diferencia de otras actrices que triunfaron con roles similares (véase Sharon Stone) se ha intentado alejar de esa imagen y parece haberse pasado al cine político (7 días en Entebbe o El rehén) o histórico (El hombre del corazón de hierro o el wéstern Hostiles, inédito en nuestro país).

-Su preparación. La actriz reconoce que, para interpretar su papel, se documentó sobre el trabajo de las mujeres que trabajaban en la CIA en los 80, que eran muy pocas. De las 14 categorías a las que podían aspirar solo llegaban, como mucho a la séptima.

-El origen. Las principales inspiraciones para el guion fueron un libro del periodista Tom Friedman, De Beirut a Jerusalén (sobre el secuestro real de un jefe de la CIA en Beirut) y las novelas de John Le Carré.

-El filme modelo. Brad Anderson reconoció que su modelo fue El año que vivimos peligrosamente, dirigido por Peter Weir y protagonizado por Mel Gibson, que transcurría en Indonesia y que mostraba el viaje emocional de unos personajes en una región devastada por la guerra.

-Las localizaciones. Aunque la trama transcurra en el Líbano la mayor parte del filme fue rodada en la ciudad marroquí de Tánger que resultó ser un lugar ideal al no haberse modernizado como otras zonas cercanas.

-Las costumbres religiosas. El rodaje coincidió con el periodo del Ramadán, durante el cual los musulmanes hacían ayuno. A la falta de agua y alimentos y el calor se sumó el polvo, que hizo aún más complicada la filmación.

-El papel femenino. Las mujeres que participaron en el rodaje recibieron el consejo de que intentarán no ir solas a ningún sitio ni levantar demasiado la voz.

-El golpe de suerte. El inicio del rodaje estuvo parado durante casi una década al desconfiarse de su viabilidad comercial. El éxito de Argo en 2012, el filme dirigido por Ben Affleck ganador de 3 Oscar, hizo que se recuperara el interés por los thrillers políticos en la región y se diera luz verde al proyecto.