lujo cultural

Dos décadas de jazz y Gaudí en la azotea de La Pedrera

El ciclo veraniego de actuaciones en el icónico espacio durará hasta el 15 de septiembre

José Accini

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Este verano se celebra la vigésima edición de las Noches de Jazz en La Pedrera. Se trata de una serie de 30 conciertos protagonizados por 16 bandas distintas que comenzaron el pasado 8 de junio y se extenderán hasta el 15 de septiembre. En medio de la sinuosidad de la arquitectura de Gaudí, distintos músicos se presentan los viernes y sábados en una terraza con aforo para 230 personas.

La cita se inicia a las 20:15 horas. A esa hora se empiezan a asomar poco a poco los espectadores, justo a tiempo para que puedan apreciar la puesta de sol. “Hace dos años cambiamos la hora con ese propósito”, expresa Jordi Feixa, programador del ciclo de jazz de La Pedrera. Feixa, que lleva 12 años organizando las Noches de Jazz, explica que el evento “poco a poco ha ido evolucionando con los conciertos de jazz, que son de primer nivel nacional e internacional, y con la visita al espacio Gaudí”.

En el momento en que el sol está a punto de esconderse, cerca de las 21:00 horas, los artistas empiezan a tocar. Una de las formaciones que ya han actuado en la azotea de La Pedrera es el Pere Bujosa Group, compuesto por David Soler (guitarra), Tomàs Fosch (piano), Gianni Gabliardi (saxofón), Quique Ramírez (batería) y liderado por Pere Bujosa (contrabajo). Para Bujosa, mallorquín graduado de Música Moderna y Jazz en el Conservatorio del Liceu, tocar en La Pedrera “es una gran oportunidad. Es uno de los sitios más emblemáticos y simbólicos de Barcelona”, asegura.

La Pedrera recibió en el 2016 más de 1,2 millones de personas, de acuerdo con su propio portal web. A pesar de ser un lugar reconocido por su uso turístico, Feixa afirma: “Cada vez contamos con más público local, ahora la proporción entre turistas y locales es casi del 50%”. Gonzalo Jiménez y Joana Bordas pertenecen a las dos categorías. Jiménez es de Granada y Bordas de Barcelona y ambos asisten juntos al evento. “Nos gusta a los dos el jazz y decidimos venir a pasar un buen rato y disfrutar”, comenta Jiménez. “Es la primera vez que estamos aquí -interviene Bordas-, es superbonito”.

Ya entrada la noche, los espectadores están distribuidos por toda la azotea, casi todos con una copa de cava en mano, ya sea cerca de una de las 30 chimeneas que tiene la terraza de La Pedrera o cerca del escenario donde toca el grupo. “La gente lo disfruta mucho -dice Feixa-. Se quedan como ‘qué atractiva la música, no tenía la concepción de que se pudiera disfrutar tanto de un concierto de jazz’”. Bujosa sentencia: “Con el solo hecho de que la música te haga sentir algo, ya has ganado”.