EL PLAN CULTURAL PARA HOY

Una exposición para fotografiar fantasías ópticas

El Museu de les Il.lusions ofrece 68 murales de un gran realismo

museuillusions

museuillusions / CARLOS MONTAÑÉS

Eduardo de Vicente

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Una de las principales normas que suelen tener en común la mayoría de museos es que está prohibido hacer fotos, sobre todo con el flash. Por muchas advertencias que se hagan, algunos visitantes esperan a que les caiga la bronca para dejar de hacer instantáneas. Pues hoy vamos a hablar de un caso totalmente opuesto, un museo para el que el uso de la cámara (o del móvil) es casi obligatoria. Se trata del Museu de les Il.lusions (Pintor Fortuny, 17) pensado para que la gente se fotografíe con los personajes más dispares o en las situaciones más insólitas.

El local expone 68 dibujos de un gran realismo que permiten crear ilusiones ópticas con resultados sorprendentes. El mundo más representado es de la pintura y, sobre todo, Dalí y podemos fingir que sostenemos con las manos uno de los relojes derretidos de La persistencia de la memoria, que le tiramos un cubo de agua al genio o que se nos ha caído al suelo uno de los huevos que decoran el Museu de Figueres. Pero también podemos introducirnos mágicamente en El grito de Munch.

Barcelona es otro de los temas recurrentes y podemos posar junto al Drac del Park Güell gaudiniano o subiendo en un andamio hacia la cumbre de la Sagrada Familia, pero el más popular es el que permite que formemos parte del equipo de fútbol del Barça y manteemos, junto a otros jugadores, a Messi tras marcar un gol.

Los personajes de ficción también tienen su apartado y nos batiremos en un duelo de espadas láser con Darth Vader, huiremos de un tiburón como el de Spielberg, escaparemos de unos voraces zombis, acompañaremos al mariachi Antonio Banderas o temblaremos en un quirófano donde los médicos son Freddy Krueger Pennywise, el payaso de It, entre otros, saliendo de las fauces de un dinosaurio jurásico o mostrando el alien que llevamos dentro. Los dibujos animados son los favoritos de los más pequeños, que imaginan que son compañeros de Bob Esponja, los Simpson o los personajes de Hora de Aventuras.

Gran parte de los que pasan por esta exposición son turistas por lo que no podía faltar el inevitable made in Spain consistente en la posibilidad de entrar en una paella o en un tablao flamenco, pero también figurar al lado de personajes más internacionales. Por ejemplo, sentarnos en un retrete junto a Obama y Merkel o celebrar con Fernando Alonso un triunfo mojándonos con champán.

Estas son solo algunas de las experiencias que podemos hacer creer que hemos vivido, solo hace falta imaginación y escoger el fondo. Hay que fijarse en el suelo donde un dibujo de una cámara nos indica dónde debemos ponernos para crear la ilusión. El Museu abre diariamente de 10 a 22 horas y la visita suele durar unos 40 minutos, en función del ritmo de cada uno. La entrada cuesta 10 euros, aunque vale la pena estar pendiente de las promociones que suelen anunciar en su Facebook para precios reducidos o invitaciones, así como resulta más barata a través de las páginas de venta anticipada de entradas. Es accesible para personas en silla de ruedas y también organizan visitas de escuelas. Esta original muestra lleva abierta en Barcelona desde el año 2015 y sigue los pasos de otras similares situadas en ciudades rusas como Moscú, San Petersburgo o Kazán y, cada año, incorpora seis o siete nuevos diseños a su colección. Una forma sencilla y divertida de hacerse con un álbum de fotos personal y muy original que será la envidia de nuestros amigos.