el canon sobre un monstruo

La Hitlerteca: una selección de libros sobre Adolf Hitler y el Tercer Reich

Guía para enfrentarse a una bibliografía que incluso apartando los bodrios negacionistas es de tamaño ala norte de la biblioteca de Alejandría

zentauroepp18668390 icult libro la primera guerra de hitler  de thomas weber  en180612204856

zentauroepp18668390 icult libro la primera guerra de hitler de thomas weber en180612204856

Kiko Amat

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Adolf Hitler andaba escaso de varios atributos elementales ("Hitler only has one ball / the other one is at the Albert Hall", como cantaban los colegiales ingleses) pero sus biografías no dejan de reproducirse. Incluso descartando las que nacen en la pestilente ciénaga de la pseudohistoria negacionista (David Irving y su caterva de 'historiadores' halitósicos), el lector se enfrenta al equivalente del ala norte de la biblioteca de Alejandría. Posampliación.

Los tres mejores trabajos son, en orden inverso de aparición, 'Hitler 1889-1936' y 'Hitler 1936-1945' de Ian Kershaw; 'Hitler 1' y 'Hitler 2' de Joachim Fest; y 'Hitler: estudio de una tiranía' de Allan Bullock (publicada en 1952). Estos tres historiadores mejoraron, cada uno a su turno, el trabajo de su predecesor inmediato (Bullock mejoró la única obra existente entonces, 'Hitler-Biographie', de Konrad Heiden, publicada en 1936 y dedicada a la juventud de Hitler), con lo que se antoja sensato recomendarle al lector novel que empiece por la biografía de Kershaw, a día de hoy aún considerada "definitiva".

Asimismo, el mejor escritor de los tres es Joachim Fest, también autor de 'La cara del Tercer Reich; retratos de los líderes nazis' y 'El hundimiento', que fue adaptado a filme homónimo (y fecunda fábrica de parodias en internet). Sus armas eran un fino olfato para la imagen memorable y una casi indetectable ironía de bisturí. Heinrich Himmler tenía, así, "el mismo carisma que un director de escuela" y "su provinciano obsesionalismo contenía un elemento de insania". Hermann Göring "representaba solo un lado del renacimiento: la falta de escrúpulos, la codicia insaciable, la conciencia clara del depredador". Nadie ha descrito como Fest el patetismo, la pequeñez y la mediocridad del "séquito de conjurados" del Führer. Suyas son las detalladas, sublimes, descripciones de Hitler en el búnker, el "énfasis senil y cierto aire de enajenación" con que el líder tomó la noticia de la muerte de Roosevelt, por ejemplo. Fest fue el primero en indicar lo que hoy aceptamos como axioma: que el verdadero Hitler, el más fiel a sus principios de 'götterdämmerung' wagneriano y romanticismo fatalista, "actitud de desprecio a la vida", y "amor a las situaciones insolubles" se halla en el búnker. "La dicha de estar entre la espada y la pared", como la llama Fest. El autor también nos legó una de las frases más (involuntariamente) cómicas del dictador: cuando el 25 de abril manifestó, mirando atrás con tremenda locura, que se arrepentía "de haber sido tan bueno".

Sistema de majaderías teutónicas

Similar a 'El hundimiento' es el magistral 'Los últimos días de Hitler', de Hugh Trevor-Roper. Oficial de los Servicios de Inteligencia británicos que en 1945 recibió el encargo de investigar los últimos movimientos de Hitler, Trevor-Roper fue como la primera ambulancia que llega al siniestro. Su libro, publicado en 1947, es uno de los dos canónicos sobre el tema. Gracias a Trevor-Roper, usuario de una inspirada litote, voz criptosarcástica y puntería de banderillero -sazonada con flema inglesa- sabemos que Theodor Morell, el curandero de Hitler, era "un hombre gordo, viejo, de gestos rastreros, de hablar un poco inarticulado y con las costumbres higiénicas de un cerdo"; que Goering era "un hombre entregado a la voluptuosidad, como un perfumado Nerón tocando la cítara mientras Roma ardía" y Himmler "un tipo insignificante, vulgar, pedante y despreciable". Trevor-Roper, zanjando la cuestión de una vez por todas, acertó al calificar al nazismo como un "gran sistema de majaderías teutónicas".

Si tras los libros listados el lector desea ahondar en el tema (y así entrar de forma irreparable en la Cofradía de Geeks que Saben Demasiado Sobre el Tercer Reich), me permito recomendarles la monumental 'trilogía del Reich' de Richard J. Evans, el clásico 'Auge y caída del Tercer Reich' de William L. Shirer y, como novedad post-Kershaw, el aplaudido 'Hitler: ascent 1889-1939' de Volker Ullrich, aún pendiente de traducción en nuestro país.