CRÓNICA

Charlotte Gainsbourg, sutileza poderosa en el Primavera

La cantante y actriz conquistó el Parc del Fòrum sin necesidad de gestos exuberantes

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Juan Manuel Freire

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En la primera presentación del álbum 'Rest' en un festival, Charlotte Gainsbourg conquistó sin necesidad de forzar su voz, que es casi siempre un susurro, un susurro convencido y carismático. Tampoco hubo grandes gestos dramáticos: pasó casi toda la actuación sentada ante su piano Yamaha, sin apenas mirar al público; concentrada en trasladar al escenario con el lustre merecido un repertorio reciente que merece reivindicación.

A su alrededor, cinco músicos (entre ellos, miembros de TOYS y BABE) ayudando a la artista a construir un electro-pop de sonido visceral y engranajes orgánicos que, a menudo, delataba el influjo del otro trabajo de Gainsbourg: el cine. La inicial 'Lying with you' es un perfecto tema Bond que podría haber firmado Barry, John Barry, el padre de Kate Barry, la hermana fallecida de Charlotte.

A ella está dedicado 'Rest', y la frágil balada 'Kate' en particular, capaz anoche de silenciar el clima festivalero con su emoción elegíaca. Después de ella tocaba 'Charlotte for ever', y Charlotte comentó cómo, cada noche de concierto, se emocionaba al ver el nombre de su hermana justo encima del suyo. Quiso dedicarle el concierto, como ha venido haciendo en otros de esta gira.

Rodeados por rectángulos de neón blanco que daban a la escena un aire futurista, acorde con el sonido de la banda, Charlotte y aliados alternaron temas melancólicos o quietamente sensuales ('Ring-a-ring o’roses') con claras llamadas al baile, llegando a convertir 'Deadly valentine' en una bestia de electro distorsionado. La inédita 'Remarkable day' también superpuso el néon estroboscópico al negro de luto.

Hubo pocas referencias al material ajeno a 'Rest', pero mejor que bien elegidas: 'Charlotte for ever' aparte, sonaron 'Heaven can wait', de su disco creado con Beck 'IRM'; 'The songs that we sing', con música de Air y letra de Neil Hannon & Jarvis Cocker, y, rubricando la noche a lo grande, la controvertida oda al amor en familia 'Lemon incest'. Una perfección de concierto.