El Primavera alcanza su cumbre con 210.000 espectadores

La lógica del mundo moderno invita al crecimiento permanente como indicador de éxito, aunque todo puede tener un límite, ¿o no, señores del Primavera Sound? “Este año podemos decir ‘this is it’ (eso es todo). No tenemos intención de crecer más, este es el festival que queríamos, el que estábamos buscando”, afirmaba con rotundidad este sábado el codirector Alfonso Lanza en la tradicional rueda de prensa de balance, tras constatar que el festival, con sus 15 escenarios, ha acogido a 210.000 asistentes, unos 10.000 más que el año pasado.

Con todo, aunque las reflexiones finales de esta edición sean risueñas porque, tras 18 ediciones en el parque del Fòrum, el Primavera parece haber alcanzado su ideal, hay un asunto ingrato que enturbió al discurso de Lanza: el estado de conservación de la plataforma que acoge los dos escenarios más importantes, el Seat y el Mango, con las torres del Fòrum como telón de fondo, “sigue sin asfaltar” y no presenta “las condiciones dignas para un festival de esta magnitud”. Un crítica directa al Ayuntamiento, y no es la primera vez. “Nos dicen que entienden el problema, que tomarán decisiones, pero pasan los años y todo sigue igual”, lamentó Lanza, que recordó que el Primavera es “un evento que da visibilidad a Barcelona”, lo cual hace “inconcebible” el actual estado de recinto, “que puede constituir riesgos”.

Extranjeros, el 60%

Pese a ello, Lanza señaló que el tránsito de público entre estos y otros espacios “fluyó bien”, y destacó la “consolidación” del Primavera Beach, con un tercer y nuevo escenario levantado a pie de playa. Espacios estos muy bien recibidos por el público extranjero, que este año representó la proporción récord del 60% (el año pasado se cifró en el 55%), con asistentes procedentes de 126 países.

Es la primera vez que una jornada del Primavera Sound (la de este sábado) acoge a más de 60.000 personas, cifra a las que hay de sumar las más de 58.000 del jueves y las 59.000 del viernes, así como las 25.000 del miércoles y los picos de los conciertos de Primavera a la Ciutat. Todo en el festival ha ido adquiendo una talla XXL: más de 3.000 asistentes al Primavera Pro procedentes de 67 países.

Paridad de género

En otro orden, el festival puso el acento en la paridad de género, consumada en los conciertos en los grandes escenarios, Seat y Mango. Y en su sintonía con la plataforma ‘No callarem’, contra las agresiones sexuales, materializada en un punto de atención situado en el festival.

Aunque no hay cifras sobre los perfiles de público, la dirección del festival estima que la ampliación de imaginario artístico, del rock de corte alternativo al hip-hop y las músicas urbanas, se ha traducido este año en la incorporación “de un público más joven del que era habitual”, apuntó el nuevo jefe de prensa del Primavera, Joan Pons. Este definió a su vez el festival como un lugar “en el que pasan cosas especiales” en el campo artístico, como las colaboraciones de A$AP Rocky en el concierto de Tyler, The Creator, y de Yung Beef con Los Planetas, así como la actuación sorpresa de Shellac en la entrada del recinto. También la coincidencia en un festival, por primera vez, de Jane Birkin y su hija, Charlotte Gainsbourg, y la irrupción a última hora de Los Planetas, “mostrando una buena predisposición” para cubrir la baja de Migos.

El Primavera tiene a Heineken como patrocinadora y a Alfonso Lanza se le preguntó por su posición ante la suspensión, días atrás, de un concierto del grupo Ebri Knight en la sala Amstel Art, de Valencia, gestionada por la marca de cervezas. Cancelación atribuida por la banda a “motivos políticos e ideológicos”. Lanza afirmó que, “en cinco años de relación con el festival, la marca no ha, siquiera, insinuado el veto a ningún artista”, y aseguró que la versión de Heineken sobre la suspensión “dista mucho” de la difundida por el grupo.

Asentado pues en sus contornos actuales, el Primavera regresará el año que viene, del 30 de mayo al 1 de junio. La venta de entradas comenzará el próximo miércoles.