UNA FIESTA DIFERENTE

Sant Jordi también se baila

La Antiga Fàbrica d'Estrella Damm ha reunido conciertos y firmas de discos en la sexta edición de la Diada musical

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Angie Ramón

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Como sucede en toda buena fiesta, en Sant Jordi también se baila. Y mucho. En la Antiga Fàbrica Estrella Damm la música no ha dejado de sonar entre las 11.30 y las 21.30 horas. Más de 25 conciertos repartidos por los cuatro escenarios del recinto durante todo el día para celebrar una Diada diferente.

Buhos, Ebri Knight y Mishima Djs han sido los encargados de abrir fuego, y ya desde las primeras notas la respuesta del público ha sido calurosa. "Hay bastante gente para ser un día laborable", apuntaba Ildefonso, un estudiante de 25 años que nunca falta a esta cita musical. Como él, un centenar de jóvenes se reunieron ya a primerísima hora para escuchar a Buhos, uno de los grupos más aclamados del día.

La asistencia no ha dejado de crecer. A media tarde, las actuaciones de Mi Capitán, La Iaia y Núria Graham ya acaparaban la atención de los miles de personas congregadas en el recinto. Mientras unos se apelotonaban frente al escenario, otros paseaban con tranquilidad por la zona de los 'food-trucks' mientras escuchaban la música de fondo. Encarna y Margarita, dos señoras jubiladas de 65 años, han llegado al festival por casualidad: "Somos vecinas del barrio y esta mañana escuchamos el jaleo desde casa y aquí estamos", comentaba Encarna, y su amiga completaba la frase: "Ya hemos venido otras veces; la última, en las fiestas de la Mercè".

El libro y la música

En el otro extremo del recinto, Dorian, Santi Balmes (cantante de Love of Lesbian), Els Catarres y miembros de La Pegatina, entre otros, firmaban sus trabajos más recientes. Discos, aunque algunos músicos también se han presentado con libro bajo el brazo. "Yo me lo tomo como un día para respirar con tranquilidad, para olvidar por unas horas todo lo que está sucediendo en la política catalana", comentaba Balmes mientras firmaba su último libro, 'Canción de Bruma'. A David Carabén, el alquimista de Mishima, le arropaba un pequeño ejército de fans. "La gente viene más para que le firmemos nuestro último disco que para que le dedique mi libro, que ya tiene sus añitos", señala.

Una de las novedades de este Sant Jordi musical ha sido la campaña solidaria llevada a cabo por la Fundació Privada de Portolà y por la Fundació Servei Solidari a través de la iniciativa Recicla Cultura, que han ofrecido símbolos de la Diada a fin de recoger fondos para la integración socio-laboral de personas con discapacidad intelectual.

Al final de la jornada, la propuesta de la Antiga Fàbrica Estrella Damm ha atraído a unas 20.000 personas dispuestas a cambiar durante un rato la rosa por un micrófono y el libro por un disco. "Al final, la música también es cultura", comenta un grupo de jóvenes estudiantes. "Larga vida a la música en Sant Jordi". Un día, en palabras de Santi Balmes, para volverse "romántico" en todos los aspectos culturales.