Sergi Vicente: "En China todo va a cámara rápida, menos la apertura política"

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Rosa Díaz

En China todo va a cámara rápida, o al menos así lo percibe el periodista Sergi Vicente, que ha titulado "China Fast Forward" el libro que ha escrito sobre su experiencia durante los casi doce años que fue corresponsal de TV3 en ese país.

En este tiempo, los cambios se han producido ante sus ojos a una velocidad de vértigo tanto en el campo económico como en el social, pero no tanto en el político, donde las reformas van más despacio de lo que algunos auguraban cuando empezó el llamado 'milagro económico' chino, según ha dicho el actual director de betevé -la televisión local barcelonesa- en una entrevista con Efe.

"La apertura económica que inició Deng Xiaoping ha propiciado una apertura social posterior y, a la larga, llevará a una apertura política, pero será a largo plazo porque la sociedad en general no está para revoluciones y la disidencia lo tiene muy difícil para organizarse en China", ha defendido.

Vicente cree que los cambios llegarán "gradualmente" y que "la prueba de fuego será alguna crisis económica futura", pero matiza que China "es un mosaico de civilizaciones casi tan grande como todo el continente europeo y con el doble de habitantes, donde resulta muy difícil hacer afirmaciones categóricas y nadie tiene la bola de cristal".

Un territorio enorme que Vicente ha recorrido de punta a punta durante su etapa de corresponsal, entrevistando a disidentes, a empresarios de fábricas contaminantes, a obreros, a personas implicadas en secuestros para dar niños en adopción y a ciudadanos que han pasado en poco tiempo del hambre a una vida digna y se sienten eternamente agradecidos a su gobierno por ello.

Estas experiencias profesionales se entrelazan con las personales en "China Fast Forward", un libro en el que cuenta cómo llegó a China con un billete de ida y vuelta y finalmente no utilizó la vuelta, sino que optó por recorrer el país en tren hasta instalarse en una ciudad del interior donde encontró trabajo como profesor de inglés.

Después le llegó la oportunidad de trabajar para TV3 (en Barcelona ya había trabajado para TVE Cataluña) y se desplazó a la capital, donde acabaría casándose con una ciudadana china.

El relato de la experiencia de entrar a forma parte de una familia china, la de su mujer, resulta tan clarificador para entender el país como las entrevistas con expertos o los viajes como reportero que narra.

Un cóctel de informaciones que arrojan luz sobre la borrosa percepción que tenemos de China, "una zona del planeta a la que tradicionalmente España no ha prestado mucha atención, más centrada en las relaciones con Latinoamérica".

"En general, hay un gran desconocimiento mutuo", según Vicente, que intenta en su libro (Editorial Península) mostrar "las múltiples caras" de China y limar prejuicios.

Desconcertada es cómo Sergi Vicente ve a la sociedad china ante la velocidad de los cambios que han sacudido el país, que ha escalado posiciones en la lista de economías mundiales en un tiempo récord.

Un fenómeno con múltiples consecuencias, como el choque de intereses con la administración Trump y la guerra comercial.

"En sus relaciones internacionales, China siempre ha mostrado una posición prudente porque para el gobierno la estabilidad es esencial, pero Trump es imprevisible y China cada vez tiene más presencia en el mundo, así que el choque es posible", ha señalado.

El gobierno ejerce un control férreo sobre los medios de comunicación chinos y también lo intenta sobre los corresponsales, tal como narra Sergi Vicente en el relato de las múltiples ocasiones en las que fue detenido por la policía.

"La libertad de expresión es uno de los múltiples terrenos en los que China debe avanzar", señala Vicente, quien, a pesar de haber sufrido esta carencia en carne propia, evita las explicaciones simplistas.