Crítica de 'Feliz aniversario': tú y yo somos lo peor

El mejor capítulo de la serie 'Master of none' debe ser 'Mornings', sobre el primer año de convivencia de la pareja protagonista y cómo los detalles que parecían divertidos el primer mes suelen convertirse en problemas. Noël Wells, parte femenina de aquel duelo agridulce, vuelve sobre este mismo terreno en otra comedia sobre el precio (y quizá el premio) de compartir días y noches con la misma persona durante largo tiempo.

No es un año de relación, sino tres, los que cumplen Mollie (Wells) y Sam (Ben Schwartz) en el día alrededor del cual gira 'Feliz aniversario', debut en la dirección del guionista Jared Stern ('Batman: La LEGO película'). El día parece empezar bien, con besuqueos y comentarios (no hirientes) sobre malos alientos, pero a ella se le escapa un "no soy feliz" que marca el resto de la jornada.

Stern convierte la posibilidad o imposibilidad de una reconciliación en el motor del suspense, empleando por el camino una serie de flashbacks que explican cómo han llegado hasta este punto; cómo se conocieron, se ganaron el uno al otro y después, poco a poco, dejaron que la cotidianidad ganara al romanticismo.

Si cuentas la historia de un romance a la baja de forma no lineal, te expones a una dura comparación: solo puede haber una 'Dos en la carretera'. Stern no parece aspirar a esas alturas, conformándose con coser una serie de viñetas tragicómicas de eficacia irregular, casi siempre a medio cocinar, o medio reescribir. Impera la sensación de estar viendo una versión alargada de un episodio no muy bueno de alguna de las muchas anti-comedias románticas (de 'Love' a 'Eres lo peor') llegadas en formato serie en los últimos años.

Pero quizá el peor crimen cometido por Stern sea desaprovechar a los padres de ella: Annie Potts (o la maravillosa recepcionista de 'Cazafantasmas', para más señas) y el clásico secundario Joe Pantoliano, a los que no se ofrece una situación ni frase a su altura.