CRÍTICA DE CINE

'Cosas de la edad': Narcisista autocrítica

La película trata de resultar rompedora; pero se limita a reciclar clichés sobre la obsesión de los actores por la edad y la apariencia

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Nando Salvà

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Guillaume Canet nos ofrece una visión distorsionada de su vida junto a su pareja, Marion Cotillard —ambos se interpretan a sí mismos—, en esta sátira sobre la celebridad llena de bromas privadas sobre la industria cinematográfica francesa. Mientras contempla a Canet sumiéndose en la madre de todas las crisis de la mediana edad, la película trata con todas sus fuerzas de resultar rompedora; pero, hasta que abraza el surrealismo en sus últimos compases, se limita a reciclar clichés sobre la obsesión de los actores por la edad y la apariencia, y ni el incesante desfile de cameos logra disimular la falta de sustancia. Peor aún son los intentos de Canet de disfrazar su egomanía de autocrítica: alardear de su capacidad para reírse de su propio narcisismo no le hace más honesto, solo más narcisista.