DOBLE CONCIERTO EN EL CICLO 'CURTCIRCUIT'

Ferran Palau, la canción infinita

El componente de Anímic muestra en Apolo el "pop metafísico" de 'Blanc' en un doble cartel con El Petit de Cal Eril

El músico Ferran Palau

El músico Ferran Palau

Jordi Bianciotto

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Ferran Palau no es de los que se resisten a describir su sonido con palabras, sino más bien todo lo contrario. Por adjetivos no será: la música de su nuevo disco en solitario, el tercero, ‘Blanc’, es “ingrávida, vaporosa, borrosa, hipnótica”, en contraste con la de su grupo, Anímic, que con el tiempo se ha ido haciendo “angular, metálica, incluso incómoda”. Y es así, a través de las palabras, que en su obra personal se asocian al subconsciente, y de músicas que te llevan a una realidad paralela, como se comunicará con el público de este jueves en Apolo (21.00 horas), concierto compartido con El Petit de Cal Eril El Petit de Cal Eril integrado en el Curtcircuit.

Mientras la propuesta de Anímic se ha ido moviendo desde un folk visionario hasta la oscuridad gótica con tintes industriales, cargando cada vez más peso instrumental y expresando una angustia con raíces sociales y políticas, al Palau solista le gusta verse como “un refugio y un espacio privado que no es necesario compartir con nadie”. Del nosotros al yo, y del compromiso colectivo a la evasión de la mente. “Anímic busca ahora la confrontación de uno consigo mismo: mirarte al espejo y verte horrible. Yo, en ‘Blanc’, en cambio, persigo la comodidad del oyente, que se sienta entre almohadas”, explica el músico de Esparraguera.

Antes de dormirte

Lo que, en su primer disco personal, ‘L’aigua del rierol’ (2012), cuya portada le mostraba junto a la tumba de Nick Drake (“mi Jesucristo, por decir algo”), se acercaba al territorio de un folk onírico, se ha ido transformando, primero en ‘Santa ferida’ (2015), y ahora en ‘Blanc’, en una forma de canción pop envolvente, serena y destilada que apela al subconsciente, “a ese momento en que estás a punto de dormirte” y acaso tus sentidos responden a la realidad de otro modo. Ahí, la palabra ‘blanc’ aparece como un resumen. “De entrada me gusta como suena, y eso es primordial, y luego me imagino ese blanco como un espacio infinito, que es a la vez lo absoluto y la ausencia de todo. Una contradicción, sí, entre el infinito y la nada. Es una palabra inofensiva, sin contenido y que puedes llenar”.

Llegados a este punto, ya más filosófico que musical, hay que hablar del “pop metafísico”, esa etiqueta surgida últimamente de las conspiraciones de Palau con Joan Pons (El Petit de Cal Eril). Podemos especular sobre sus propiedades, pero no explicarla de todo “porque definir el pop metafísico no es nada metafísico”, desliza Palau. “Hablamos del interrogante como religión, abrazar el caos”, añade. Las letras no cuentan historias (“nunca he sabido hacerlo”), ni reivindican nada (“me vería ridículo haciendo una canción protesta”), sino que crean espacios mentales imprecisos. “Cuando escribes una frase y sabes lo que significa, pierde mucha fuerza”.

Cantautor a su pesar

Ferran Palau se siente incapacitado para “cantar a las mayorías” y habla al oyente en singular, “estableciendo un tú y yo”, al tiempo que hereda casi con fatalismo una tradición de trovadores muy catalana. “La etiqueta de cantautor solo oírla me aburre, pero una vez escuché a Marina Rossell y pensé: ‘eso es exactamente lo que hago’. Quizá lo llevo en los genes”, se pregunta el músico,  capaz, por otra parte, de “llorar con una canción como ‘Faig saber’, de Els Pets, sin ser metafísica, sino costumbrista, que sería la antítesis”.

Pero en sus canciones hay otro ingrediente, una ciencia rítmica suave e incisiva que él asocia al influjo del hip-hop. “Con Joan hablamos mucho de ‘flow’, de cómo encajas una letra en un ritmo, y con esa idea comencé a componer las canciones de ‘Blanc’”, revela. En Apolo, ambos expondrán sus conclusiones (provisionales) sobre el pop metafísico y explotarán complicidades: Pons toca la batería en el grupo de Palau y ambos comparten dos músicos, Jordi Matas y Dani Comas. “Creo que nos influimos mutuamente”.