Teatre Lliure de Montjuïc

Macedonia de emociones y tragedias

Pablo Messiez dirige 'El temps que estiguem junts', pieza sobre la convivencia escrita e interpretada por la La Kompanyia Lliure

Escena de la obra de teatro " El temps que estiguem junts".

Escena de la obra de teatro " El temps que estiguem junts". / periodico

Angie Ramón

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En la obra 'El temps que estiguem junts' no busquen ni la introducción, ni el nudo ni el desenlace. Ni tampoco el diálogo continuado, porque a lo mejor la única forma para que surja el amor entre los protagonistas es no hablar. Entonces, ¿cómo pueden estar juntos? Esta es la pregunta mágica que planteó el director de la obra, Pablo Messiez (Buenos Aires, 1974), a los jóvenes dramaturgos de la Kompanyia Lliure que presentarán la función en el Lliure de Montjuïc, desde este viernes hasta el 11 de marzo.

"La obra plasma la ira a través de la convivencia de una generación dolorida. Cada intérprete presenta una dificultad con una solución en forma de interrogante", explica Messiez sobre el surgimiento del proyecto. Para el director, la faena principal fue preparar los personajes. Se hicieron talleres previos de cinco horas, como una cita a ciegas en la que pueden surgir decepciones o impresiones positivas a la hora de poner sobre la mesa el estilo de cada dramaturgo. Para la actriz Andrea Ros, "cada uno de nosotros hemos trabajado sobre un dolor que, al final, se ha convertido en un auténtico goce para interpretar".

Realista y surrealista

El resultado final son dos monólogos para dos escenas diferentes. En una parte del escenario, la atención la marca una pareja; en la otra parte, un grupo de personas "que se juntan los sábados y hacen cosas raras mientras explican sus tragedias", apunta Messiez. Desde una panorámica realista y otra surrealista, los monólogos aproximan al espectador a un mundo analizado desde el paraguas de Andrea Ros, Joan Amargós, Quim Àvila, Clàudia Benito, Raquel Ferri, Eduardo Lloveras, Joan Solè y Júlia Truyol con el deseo de convivir y dialogar con personajes que, en principio, son desconocidos.

Es el segundo espectáculo que hace la joven Kompanyia Lliure, y el primero en el que actúan todos juntos. El proceso de gestación de la obra ha surgido de forma espontánea "porque Pablo es una persona muy intuitiva y ha sabido llevarnos de una forma relajada", expone uno de los ponentes. Durante la función, esperen sentirse cerca de los intérpretes: "Me gustaría que hubiera un momento en las casi dos horas de espectáculo en el que los espectadores y los actores sean un único elemento".