ENTREVISTA

Gertrudis: "El hábito de mezclar está aquí para quedarse"

El grupo de La Garriga actúa en Apolo con invitados como Joan Miquel Oliver, Adrià Salas (La Pegatina) y Guillem Solé (Búhos)

Gertrudis, con Xavi Freire, Xavi Ciurans (centro) y Edu Acedo

Gertrudis, con Xavi Freire, Xavi Ciurans (centro) y Edu Acedo / periodico

Jordi Bianciotto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace poco más de un año que Gertrudis reapareció con ‘Ara volo alt’, quizá reclamando su sitio en una escena mestizo-verbenera revitalizada con nuevas bandas de éxito. El grupo de La Garriga hace un “punto y seguido”, dice, en la gira de presentación del disco con un concierto, este viernes, en Apolo (21.00 horas), del que se han vendido todas las entradas. Una noche llena de cómplices: ahí estarán Joan Miquel Oliver, Doctor Prats, Adrià Salas (La Pegatina), Guillem Solé (Búhos), Roba Estesa, la Orquestra Vozes y los llamados ‘Violinistes allstars’ (miembros de Blaumut, Las Migas, Ebri Knight y Hora de Joglar).

Esto va a ser un no parar de invitados. (Xavi Freire) Hemos intentado vincular al concierto toda la familia de músicos con la que nos hemos ido encontrando todo este año en conciertos y festivales.

¿Cuál es el balance de este año de gira con disco nuevo’? (Xavi Ciurans) Cuando volvimos no sabíamos en qué liga íbamos a jugar. Hay muchos grupos nuevos que han triunfado. Fuimos prudentes. Pero no hemos tenido ni siquiera tiempo de hacer la reflexión sobre eso.

(X. F.) Ha superado las expectativas. Hemos hecho 40 y tantos conciertos y pinta que el año que viene recogeremos lo que hemos cultivado en el 2017. (Edu Acedo) En el 2012 paramos porque necesitábamos oxigenarnos y vernos desde una distancia, una altura: por eso el disco se titula ‘Ara volo alt’.

Ver que grupos nuevos seguían con éxito la estela de la verbena y el mestizaje, ¿les animó a volver? (X. C.) Nos hemos sentido espoleados por estos grupos, y a la vez parece que nosotros les damos algo, de manera que nos impulsamos mutuamente. El tipo que música que hacemos todos invita, por su misma naturaleza, a mezclarte y a colaborar.

(X. F.) Nos hemos aprovechado de esta nueva hornada, con la que coincidimos al pensar en un mundo diferente, y que ha abierto un poco más el abanico de público. Hemos compartido escenario con Txarango y La Pegatina, pero también con grupos pop como Els Amics de les Arts, y eso nos gusta.

¿Se identifican, por ejemplo, con el fondo poético de Oques Grasses? (X. F.) Nos recuerdan a veces las letras de nuestros inicios, ese mundo un poco surrealista, creado imágenes y escenas.

(X. C.) Aunque eso también lo hace Adrià  (Salas), de La Pegatina.

"Hemos compartido escenario con Txarango y La Pegatina, pero también con grupos pop como Els Amics de les Arts, y eso nos gusta"

Xavi Freire

— Guitarrista de Gertrudis

En el fondo, ¿son todos herederos de la Orquestra Plateria? (X. C.) Sí, y quizá más de La Salseta de Poble Sec en nuestro caso. Esas orquestas venían a tu pueblo y te enseñaban todo lo que pasaba por el mundo, e ibas abriendo unas puertas: al rock’n’roll, a la cumbia, a la bachata. Nosotros, al igual que, por ejemplo, Carles Belda, que también es del Vallès, sentimos que quizá no hemos tenido unas raíces muy fuertes en casa y las hemos ido a buscar a otros lugares. Algo que el hombre blanco siempre ha hecho: los norteamericanos fueron a buscar la música negra. A partir de ahí desarrollamos un estilo de vida: nos poníamos un chándal y a la vez nos gustaban las sardanas.

¿A la música de baile le falta prestigio intelectual? (X. C.) Hay artistas que juegan tener un aura, a intelectualizar, y cuya música transmite una idea de ‘escúchame, no me bailes’. No me quita el sueño eso, pero es cierto que hay compositores que no tienen un gran reconocimiento por sus textos y que son grandes letristas: Joan Garriga (La Troba Kung-Fú) es buenísimo, y Alguer Miquel (Txarango), y Josep Montero (Oques Grasses)… Aunque no les den premios.

En ‘Ara volo alt’ hay momentos introspectivos. (X. C.) Como ‘Tan lluny de tu’, que está inspirada en ‘Mujer que no tendré’, de Pedro Guerra. Y otras canciones son muy viscerales, como ‘Amic del sud’, que salió cuando lo de los refugiados, desde el punto de vista no tanto de denuncia social sino preguntando “¿qué va a ser de ti ahora?”, “¿cuál es tu sitio?”…

En Apolo reunirán a violinistas de diversas bandas. ¿Una reivindicación del instrumento?  (X. A.) El violín es minoritario en el pop, aunque cada vez lo es menos. A mí me gusta mucho la música balcánico-gitana, es un flipe, aunque cuesta mucho tocarla. No me importaría ir a pasar una temporada allí a aprender más de ella.

‘La samarreta’ sigue siendo su canción más popular. (X. F.) No creo que dejemos de tocarla nunca, aunque últimamente ‘Tan lluny de tu’ la está desbancando.

(X. C.) La versión con Lamari (Chambao) ha tenido bastante que ver. Es una canción en catalán y mucha gente de fuera nos está diciendo cosas bonitas. Es sorprendente. Y guay.

¿Tienen la sensación de estar llegando a un público nuevo? (X. C.) Sí, de haber perdido el control respecto al público. Antes sentíamos un ‘feedback’ muy claro de nuestro entorno y amigos, pero ahora muchos de ellos quizá tengan hijos, obligaciones…, y te encuentras con una audiencia delante que no conoces del todo. Hay una regeneración, y es guapo que ocurra.

El mestizaje de verbena parece haber suplido al pop en Catalunya en su capacidad de atraer a un público amplio. ¿Lo ven duradero? (X. F.) El hábito de mezclar cosas cada uno a tu manera ya ha calado y está aquí para quedarse. De hecho, Txarango apareció en el momento en que Manel o Els Amics de les Arts estaban arriba.

(E. A.) Su primer disco fue una bocanada de aire fresco. Y esa época del pop fue muy intensa y guay, ¿eh?

(X. F.) Lo bueno es que una cosa no sustituya a la otra, y ahora se puede programar a unos y otros juntos en el mismo festival.

(X. C.) Por encima de eso ha quedado un poso que ya no se va ni con aguarrás, que es el hábito de escuchar cosas que son de aquí.