STOKERIANA

Algunas revelaciones sobre el creador de Drácula

La biografía de Bram Stoker por David J. Skal pone el acento en la oculta homosexualidad del autor

La urna funeria de Bram Stoker, y de su hijo Noel, en el crematorio Golders Green de Londres.

La urna funeria de Bram Stoker, y de su hijo Noel, en el crematorio Golders Green de Londres. / periodico

Elena Hevia

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El maestro

Muchas son las revelaciones de  la biografía de David J. Skal que se postula como definitiva. El libro explora en las relaciones de Bram Stoker con el más famoso actor del teatro británico del XIX, John Irving. Stoker tuvo una adoración absoluta hacia el histriónico intérprete desde que le vio por primera vez en una función. Acabó siendo su secretario y gerente de su teatro y mantenía con él una relación de dependencia no muy alejada de la de Renfield, el paciente del psiquiátrico, respecto a su maestro, Drácula. Skal ve en las maneras melodramáticas de Irving, que solía sostener el crucifijo en alto en ‘Fausto’, el modelo de la teatralidad del conde.

El masoquista

Tanta reverencia y sometimiento respecto al ególatra Irving mantenía el escritor, a decir de Skal, que el biógrafo no duda en interpretar que la relación mantenida entre ambos tenía un caracter sadomasoquista. Durante 30 años y sin que eso comportara una «intimidad corporal», Stoker trabajó para el actor sin apenas compensaciones y a su muerte fue apartado por sus herederos sin reconocimiento alguno. Suele decirse que escribió ‘Drácula’ como una forma de vengarse del hombre que le había robado la vida pero Skal mantiene que su actitud fue la del que se somete de grado. «El esclavismo es la validación y la gratificacón definitiva del masoquista», escribe.

El gay

Bram Stoker, como tantos otros victorianos, se casó, sin pasión, quizá  solo por mantener las apariencias. Apenas se le conocen episodios con mujeres y todas sus relaciones importantes fueron con hombres. Pero no hay documentos que puedan ofrecer luz a esta sospecha porque era muy celoso de su intimidad y no dejó apenas cartas ni diarios que nos digan si fue gay o bisexual. Skal traza un paralelismo con su contemporáneo Oscar Wilde. Ambos eran irlandeses, estudiaron en el Trinity Collegue, compartieron la atmósfera teatral londinense y Stoker se casó con la hermosa Florence Bascombe, una antigua novia de Wilde, con quien tuvo un hijo y una relación más bien tibia.

El amado

Además de John Irving o de los hoy olvidados W. G. Wills, pintor y dramaturgo, y Hall Caine,  novelista, una de las relaciones más carismáticas fue la que mantuvo, mayormente por correspondencia, con Walt Whitman, cuando ‘Hojas de hierba’ había despertado controversia pero aún no se hablaba abiertamente de su trasfondo homoerótico.  En las  primeras cartas que cruzaron ambos, Stoker confiesa de una forma emocionada, rara para la época, al autor norteamericano que con su poesía ha encontrado «placer y consuelo». Whitman le agradeció una carta «tan poco convencional, tan fresca, tan masculina y también tan afectuosa».

El sifilítico

En 1975, el biógrafo Daniel Farson, homosexual declarado, reveló, para desagrado del resto de la familia Stoker, que el autor de ‘Drácula’ había muerto de sífilis terciaria. Skal busca más datos para respaldar esa conclusión que le parece acertada. Sea como sea, la enfermedad es una clarificadora metáfora de la vampirización, el terrible temor al contagio por vía sexual o sanguínea, tan característico de la Inglaterra victoriana.  No es el único de los enigmas de Stoker, de quien se han descubierto recientemente poemas con una importante ambigüedad sexual y una última novela, ‘The Russian profesor’, de carácter sutilmente homoerótico.

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