UN CLÁSICO DEL MUSICAL

'Cabaret' se instala en el Victòria

Ivan Labanda y Elena Gadel protagonizan en el Paral.lel esta aclamada producción llegada de Madrid

Elena Gadel e Ivan Labanda, nuevos protagonistas de 'Cabaret'.

Elena Gadel e Ivan Labanda, nuevos protagonistas de 'Cabaret'. / periodico

Marta Cervera / Barcelona

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Todo listo en el Victòria para alzar el telón con un clásico del teatro musical, 'Cabaret'Esta premiada producción madrileña de SOM Produce dirigida por Jaime Azpilicueta desembarca en Barcelona con dos artistas catalanes como protagonistas: Elena Gadel asume el rol de Sally Bowles, la estrella Kir Kat Klub, e Ivan Labanda, al amoral maestro de ceremonias del local. Este sábado empiezan las funciones previas para acabar de ajustar detalles antes del estreno.  

Labanda y Gadel han trabajado a fondo este verano para acoplarse al equipo. "Hacer 'Cabaret' es un sueño", afirman ambos. "He buscado el personaje de Sally dentro de mí. Me identifico con su lado más sexual y con su carácter", declara Gadel poco después actuar en el pase de algunos números. Todavía lleva el maquillaje y vestuario de 'Money, money'. Se la ve feliz y con ganas de darlo todo. "Es una obra que, aunque ya la conozcas, impacta".

Tour de force

Ivan Labanda, bastante más delgado por necesidades del guion, está pletórico. "El libreto es espectacular, las canciones brutales. Todo el mundo conoce 'Cabaret' y lo único que has de hacer para interpretarlo es dejarte llevar", dice con humildad. El actor -que borda su imitación de Oriol Junqueras en 'Polònia'- tiene un don para hacer creíbles sus personajes. Hacer de maestro de ceremonias es un sueño y un reto para él. "Este personaje es un tour de force: por un lado está el nivel coreográfico. Es muy elevado y hemos sudado mucho porque todo está ajustado al milímetro. Por otro, el viaje emocional que se hace. Es algo que no acostumbra a verse en otras producciones y es muy interesante".     

Encarnar el mítico rol que catapultó a Liza Minnelli no asusta a Gadel. "Tal vez el día del estreno me de un síncope pero, de momento, estoy tranquila. Prefiero no pensar en eso. Hemos trabajado desde tantos aspectos el personaje que no temo las comparaciones. Sally es fascinante. Tiene esa locura fantástica, su orgullo, su magnetismo pero también esa tristeza que intenta ocultar. No es fácil transmitir todos los matices de su personalidad y mantener la energía a tope. Es un papel muy exigente físicamente", confiesa. "Estoy enamorada de este magnífico personaje pero Sally me deja agotada. Es duro y fascinante interpretarla. Aunque en la primera parte está siempre para arriba, burbujeante y no para, se respira una tristeza escondida en su interior". 

Tanto el famoso filme de Bob Fosse 'Cabaret' como los consejos de Federico Barrios y David Pintó, director y ayudante de dirección en la versión barcelonesa, han servido de guía a los dos nuevos intérpretes del musical. El peso dramático recae sobre todo en la historia de Sally y su pasión por el novelista norteamericano, el otro protagonista de la obra, aunque hay tramas paralelas como la del amor otoñal entre 'herr' Schultz, propietario judío de una frutería, y 'fräulein' Schneider. En este sentido 'Cabaret' es una advertencia. "El nazismo y la intolerancia están siempre ahí, no te puedes fiar", dice Gadel. "Aunque lo he estudiado en el colegio incluso ahora, a mis 34 años, todavía me cuesta todavía asimilar todo aquello. Fue algo muy 'heavy'". 

Una treintena de intérpretes

Nueve músicos y una veintena de actores, cantantes y bailarines participan en este montaje que retrata el Berlín de los años 30. Contrasta el lujo de puertas adentro del local con el ambiente de inseguridad creciente fuera de él. 

En esta ocasión la alianza de SOM Produce y 3xt3s (Tricicle, Dagoll Dagom y Anexa) ha sido clave para esta producción. Han pasado 10 años desde la última vez que se vio 'Cabaret' en Barcelona, una obra traducida a más de 30 idiomas y representada en más de 50 países.

Sus últimas funciones en Barcelona también fueron en el Paral.lel. El Apolo estrenó en el 2007 la exitosa versión de de Sam Mendes y Rob Marshall. Mucho antes, en 1992, Jérôme Savary presentó su adaptación en el desaparecido teatro Novedades, dentro del Festival Olímpic de les Arts.