Sonorama: el festival dentro del festival

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Gorka Ruiz.

El Sonorama Ribera, que este fin de semana celebra su vigésimo cumpleaños, no es un festival. Son varios festivales en uno, con doce escenarios repartidos por las calles de Aranda de Duero y con música en directo desde las 12 de la mañana hasta las 6 de la madrugada.

Esta pequeña localidad burgalesa, de unos 30.000 habitantes y enclavada en la Ribera del Duero con el vino y el lechazo como carta de presentación, recibe estos días a 25.000 personas cada jornada, y el pueblo está volcado y encantado de ver llenas sus calles, hoteles, bares y comercios.

La organización, Art de Troya -una asociación nacida de un grupo de amigos y de la que actualmente forman parte un centenar de personas-, estima en 12 millones de euros el impacto que tiene el festival para la comarca, todo un logro para un pueblo de interior en pleno puente de agosto.

Una localidad en la que artistas, fans y vecinos se mezclan con naturalidad en calles y restaurantes y donde la música es la unión entre todos.

Este mediodía las actuaciones en la famosa plaza del Trigo en el centro del pueblo han arrancado con "The Milkway Express" que con sus buenas maneras de rock sureño han dado los buenos días a los sonorámicos mientras los vecinos iban a la compra o a hacer gestiones al banco.

Estos días los arandinos son guías turísticos, recomendando dónde comer el mejor lechazo o dónde se encuentra la plaza de la Sal, donde han actuado antes de la una de la tarde varias bandas, entre ellas "Apartamentos Acapulco", que han dejado buenas vibraciones. No en vano hace unas semanas han teloneado a sus paisanos granadinos "Los Planetas", que precisamente -aunque no están anunciados- son una de las apuestas para concierto sorpresa.

Mientras Shinova y Rufus T. Firefly ofrecían un concierto privado en el conocido "Le Club" -donde no cabía, literalmente, ni un alma-, la plaza del Trigo vibraba con Joaquín Pol y su banda, en la que militan miembros de Kitai, otras de las bandas catapultadas en esta plaza el año pasado y que mañana lo harán a lo grande en uno de los escenarios principales.

"Cronometrobudú" ha hecho una arriesgada apuesta con su poderosa música épica en la que han mezclado estilos tan antagónicos como el rockabilly y la música árabe que parece que ha gustado a los presentes en la plaza, donde el agua que lanzaban los miembros de Protección Civil para mitigar el calor ha vuelto a ser la protagonista como todos los años.

La seguridad es precisamente una de las preocupaciones de la organización y, de momento, está funcionando.

Es cierto que anoche para entrar al recinto donde se celebran los conciertos de pago se montaron colas de hasta una hora pero, según ha explicado el coordinador del festival, Javier Ajenjo, se han puesto en marcha nuevas medidas para agilizar la entrada, al tiempo que ha pedido disculpas y paciencia para que el festival transcurra sin incidentes.

De hecho, los accesos a la Plaza del Trigo, que es un recinto muy pequeño para la cantidad de gente que se congrega allí cada mañana, han funcionado a la perfección.

Como "espinita" queda el concierto en la madrugada de anoche de "Dorian", que tras tres apagones de electricidad en uno de los principales escenarios, tuvo que cancelar la actuación, lo que ha provocado críticas a la organización en redes sociales.

Mientras el Sonorama se enfrenta al primer lleno absoluto para esta noche -más de 25.000 personas- con artistas como Leiva, Sidonie o Coque Malla, entre otros, por las calles y plazas se han podido ver a cantantes como Ani B.Sweet, Javier Vielba de Arizona Baby y comiendo juntos a Xoel López con Álvaro Baglietto, bajista de Vetusta Morla.

Habrá que esperar a mañana para conocer si la presencia hoy de Baglietto tiene algo que ver con el concierto sorpresa "Tarta de Cumpleaños" que la organización tiene prevista para celebrar los 20 años de este festival.