Shawn Mendes: "Quiero expresar emociones verdaderas"

Tiene 18 años y hace solo dos que su canción ‘Stitches’ le colocó ruidosa y dolorosamente en el mapa: el título significa “puntos de sutura” y en vídeo lucía heridas que aludían metafóricamente a un descalabro emocional. Es Shawn Mendes, canadiense con dos discos largos en la calle, el más reciente ‘Illuminate’, que este viernes debuta en Barcelona (Palau Sant Jordi, 19.30 horas).

Hace cuatro días que se enfrenta a grandes recintos. ¿Cómo se siente en esos macroconciertos? Muy bien, ver a esa multitud gritando es algo muy fuerte. Sobre todo en Europa. Es asombroso, divertido e inspirador. Estoy disfrutando mucho esta gira: cada concierto es mejor que el anterior.

En su música hay guitarras acústicas ‘folkie’, ganchos pop y cadencias de r’n’b. ¿De dónde viene musicalmente? Crecí en un hogar lleno de música sin limitaciones de estilo. Desde los Rolling Stones o Garth Brooks a cantante de hip-hop como Eminem. Me he acostumbrado a escuchar de todo y creo que eso me ha ayudado como compositor.

Entonces, un Bob Dylan no es para usted como una figura de la Edad Media. ¡Oh, no, de ninguna manera! Mis padres ponían discos suyos todo el tiempo.

¿No le aburrían? Qué va, me encantaba escucharlo cuando era un crío.

¿Qué cantantes le gustan? Me encanta Ed Sheeran, es un cantante fenomenal. Y Alicia Keys.

Aprendió la guitarra con un tutorial de Youtube. Sí, así es. Me pareció que era la manera más libre de aprender, siguiendo mi ritmo, y me fue bien. Podía dedicarle 15 minutos o varias horas, dependía de mí.

¿Qué desea transmitir en sus canciones? Quiero expresar sentimientos reales, emociones verdaderas. Sensaciones con las que cualquier persona se pueda identificar.

¿A qué se refiere con “iluminar” (‘Illuminate’)? Cada canción tiene su mensaje, pero sí que podría decir que todo el disco tiene que ver con crecer y encontrarte a ti mismo.

¿El estado en el que se encuentra? Absolutamente, y no creo que pare nunca, sino que la evolución, el crecimiento, siguen toda tu vida.

Se dice que para grabar un primer disco has tenido toda la vida mientras que, para el segundo, solo dispones de unos meses, un año… ¿Fue su caso? Pues no, porque solo tuve cinco meses para hacer las canciones de mi primer disco y luego dispuse de más tiempo para pensar en el siguiente. Cuando hice el primero había mucha gente pidiéndome música, y tuve que ponerme manos a la obra.

¿Es un compositor rápido? Sí, si pienso demasiado las cosas no sale bien. Cuando más vueltas le doy a una idea, peor queda.

Firma las composiciones con varios colaboradores, como el productor Scott Harris. ¿Cómo trabajan? Son amigos cercanos. Nos encontramos, charlamos, tocamos la guitarra y sale la canción.

Suena fácil. No lo es tanto, aunque me gusta pensar que a veces lo es.

Tiene un público con el que ha conectado de una manera rápida. Porque no trato a la gente que me sigue simplemente como fans, sino que veo a las personas, una a una, y me tomo mi tiempo. Eso es muy importante.

¿Qué cree que ven en usted? No estoy muy seguro (ríe), pero espero que cosas buenas. Imagino que saben que creo en la música que hago y en las cosas que cuento, y que doy el 100%.

Entre sus fans abundan las chicas. Sí, desde luego. Las fans sufren un descrédito y no sé por qué: son más inteligentes de lo que mucha gente piensa y tienen criterio musical. Quien las minusvalora tiene la mente cerrada.

¿Le gusta ser famoso? ¿Es algo que perseguía? A veces me encanta, a veces lo odio… Tengo una relación un poco variable con la fama.

¿Conserva cosas de su vida anterior? Oh, sí, tengo los mismos amigos desde hace diez años. Grandes amigos. Ellos y mi familia siguen siendo lo más importante.