ESTRENOS DE CINE

Una familia atormentada

El reverenciado dramaturgo madrileño Miguel del Arco debuta en el cine con el drama 'Las furias'

El dramaturgo Miguel del Arco, en el teatro pavón kamikaze de Madrid, donde presentó su debut como cineasta, 'Las furias'

El dramaturgo Miguel del Arco, en el teatro pavón kamikaze de Madrid, donde presentó su debut como cineasta, 'Las furias' / periodico

OLGA PEREDA / MADRID

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En todas las familias se desatan, de vez en cuando, las furias. En la de Miguel del Arco (Madrid, 1965) también. Y mira que se llevan bien (siete hermanos, que son una piña). El reverenciado dramaturgo -ha perdido la cuenta de los premios Max de teatro que acumulan sus obras- se zambulle ahora en el cine con 'Las furias', seres de la mitología griega que abren la caja de los truenos en una reunión familiar. José Sacristán es el padre, respetado y querido actor al que la edad le ha hecho perder la cabeza y vivir en su propio mundo. Mercedes Sampietro es la madre, prestigiosa psicoanalista que ha rehecho su vida amorosa junto a una jovencísima colega (Bárbara Lennie). Gonzalo de CastroAlberto San Juan y Carmen Machi son los tres hijos. Cada cual con sus propios demonios dentro.

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EN EL COLEGIO

Del Arco no es un desconocido para el cine. Él, de hecho, empezó como actor. Y eso que iba para médico. Pero se dio cuenta de que la interpretación era lo suyo. Sus padres -trabajadores de clase media que supieron inculcar la inteligencia emocional a sus hijos- le llevaban mucho al teatro. Y ahí nació su idilio. También en el colegio de los marianistas de Carabanchel, donde el salón de actos se convertía regularmente en un teatro y en una sala de cine. Con 14 años se enroló en el grupo profesional de un amigo. Leyó a los clásicos. Estudió danza y voz. Antes de la Selectividad se marchó a EEUU para estudiar. Cuando regresó cogió a su madre y le dijo que no se matricularía en Medicina sino en Arte Dramático. "Casi le da algo. Ella me decía que lo del teatro estaba bien, pero como entretenimiento no como profesión", recuerda. Con el paso del tiempo, y la comprensión de sus padres, se convirtió en lo que es hoy: uno de los dramaturgos más relevantes ('La función por hacer', 'Veraneantes''Juicio a una zorra'). Sus padres son ahora los más orgullosos. "Tienen arrebatos emocionales con todas las cosas que hago. Están felices".

PRISA EMOCIONAL

'Las furias' nació, precisamente, de su éxito en el teatro. Una noche, el productor de cine Fernando Bovaira acudió a ver 'Veraneantes'. A la salida, llamó al dramaturgo y le dijo: ¿por qué no hacemos una película? Del Arco, con prisa emocional por pisar ese terreno, aceptó el reto. Las cosas, sin embargo, no fluyeron. Bovaira esperaba otra cosa. Y Del Arco también. Se dijeron adiós y tan amigos. El madrileño, sin embargo, siguió escribiendo el guion sobre una atormentada reunión familiar, confiando en sus virtudes. Ese texto ha terminado siendo 'Las furias', que llega hoy a los cines y que, con toda probabilidad, estará en los premios Goya.

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Estamos delante del inicio de una carrera como cineasta. Aunque Del Arco no piensa abandonar el teatro. "Bergman decía que el teatro era su mujer y el cine, su amante", recuerda. De momento, sigue embarcado en la locura de tener un teatro propio en Madrid: el Pavón Kamikaze. Llevan abiertos desde septiembre y no saben si sobrevivirán más allá de marzo. No tienen ningún tipo de apoyo público y sufren "la vergüenza nacional de un IVA cultural que no existe en ningún país del mundo".