George Benson: "El primer aparato eléctrico que tuvimos en casa fue una guitarra"

El guitarrista norteamericano recuerda hoy sus grandes éxitos en el Festival Jardins de Pedralbes

George Benson.

George Benson. / periodico

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Empezó como virtuoso de la guitarra jazz, pero a mediados de los 70 dio el salto al estrellato pop y ahí se mantuvo durante la década posterior. Este lunes recuerda sus hits en el festival Jardins de Pedralbes (22.00 h.).

¿Qué clase de repertorio toca estos días? Voy a por los éxitos. Las canciones que me han hecho famoso en todo el mundo y las que la gente espera. También incluyo temas en los que estoy trabajando, pero no me paso de cosas nuevas.

¿Hay un nuevo álbum en camino? Existe un proyecto, aunque no tengo prisa. Ahora mismo, los discos tampoco son la prioridad; las ventas no son lo que eran.

¿Ha sido difícil ajustarse a los nuevos tiempos? La industria musical no iba a ser igual todo el tiempo. Eso era algo que sabía y tuve tiempo para prepararme. Por suerte, tengo los suficientes fans para ganarme bien la vida. Y tengo una buena vida familiar, también. ¿Qué más puedo pedir? Temo más por los artistas jóvenes, ya que no parecen tener un futuro claro hacia el que mirar. Pero las cosas cambian todo el tiempo. ¡Quizá un día lo hagan para mejor!

Hablemos un poco de los viejos tiempos. Nació en el Hill District de Pittsburgh, un barrio con una vibrante escena jazz. ¿Era fácil dejarse inspirar por su ambiente? Era un sitio increíble. Un fenómeno musical. Había grandes músicos y pasaban por allí todo los que iban hacia Nueva York. Charlie Parker, Dizzy Gillespie… Esa clase de músicos hacía jam sessions en el Stanley Bar, el Blue Note o el Goode’s Drug Store.

Usted empezó a tocar con un ukelele que encontró en la basura. Así es, con seis años. Estaba hecho trizas, pero mi padrastro me ayudó a repararlo. Él fue también quien me consiguió mi primera guitarra eléctrica. Era un manitas y la hizo para mí por poco dinero. Creo que fue el primer aparato eléctrico que tuvimos en casa.

En 1968 ayudaba a Miles Davis en el disco ‘Miles in the sky’, el tema ‘Paraphernalia’ en concreto. ¿Qué recuerda de las sesiones? Conocía a Davis de antes, pero tampoco demasiado. Él estaba en otra liga. Cuando me llamó me quedé bloqueado… Fueron tres días en el estudio que nunca podré olvidar. El primero no hicimos nada. El segundo, tocó dos notas y se marchó. El tercer día le dije que me sabía mal coger su dinero para no hacer nada, y él me contestó, “No, vamos a hacerlo, vamos a grabar”. De ahí salió ‘Paraphernalia’.

No sé si ha visto ya ‘Miles ahead’, el biopic de Miles que ha protagonizado y dirigido Don Cheadle. Todavía no, pero quiero. Cheadle me parece un actor fantástico. Seguro que es interesante.

¿Y para cuándo una película sobre su vida, Sr. Benson? ¿Todavía no se le ha pasado por la cabeza? Es curioso que me diga esto. En realidad, ahora mismo estamos metidos en pleno proceso de escritura de un guion sobre mi vida. Y quizá yo mismo aparezca al final de la película de alguna manera.

Cuente más, por favor. ¿Ya sabe quién hará de usted? La idea es que haya un actor diferente para cada etapa de mi vida, no solo por cuestiones de edad. Cada parte de mi vida significa algo distinto: no es lo mismo el Benson niño prodigio que el Benson del mundo del jazz, o el Benson cantante pop. Cada uno de ellos debería ser encarnado por un actor distinto. Estoy sorprendido con todo el proceso. Nunca pensé que fuera un personaje tan interesante, pero al parecer lo soy.

Entre 1968 y 1976, grabó un puñado de álbumes con el productor Creed Taylor que hoy se consideran clásicos, pero al parecer, no se entendían en todo. Él no quería que usted cantase. No le gustaba nada mi voz. Pero no puedo echarle nada en cara porque me dio el prestigio y lanzó mi carrera. Creed amaba la música y a los músicos. Trajo a los talentos de la bossanova a grabar en Estados Unidos. Y convirtió el órgano en un instrumento popular cuando produjo a Jimmy Taylor.

Fue con otro productor, Tommy LiPuma, con el que saltó al estrellato pop. En parte gracias a ‘Breezin’’, una canción que no me gustaba. Tommy había grabado la versión original de Gábor Szabó y me propuso hacer otra. No me gustaba porque no suponía ningún desafío para mi guitarra. Pero pensé: ¿no es interesante coger una canción sencilla y hacerla más artística, más musical?

En 1979, la película de Bob Fosse ‘Empieza el espectáculo’ usó de forma icónica su versión de ‘On Broadway’. Se llevó el Oscar a la mejor banda sonora y me lo debieron dar a mí (risas). Pero al menos fui mencionado en los agradecimientos. Ese tema rompió las listas dos veces: cuando yo lo publiqué y cuando salió la película.

En cambio, ‘The greatest love of all’ -el tema del biopic de Ali ‘Yo, el mejor’- fue un éxito aún mayor cuando la grabó Whitney Houston que en su versión inicial. La conocí cuando ella era adolescente porque se cortaba el pelo en el mismo sitio que mis hijos. Casi se desmayó cuando me vio. No tanto tiempo después, escuché una voz en la radio y me resultó familiar. Su productor me confirmó que era ella, y me dijo: “Es la mejor voz de la historia”. Tenía razón.

Por entonces usted ya había saltado al R&B con el disco ‘Give me the night’, producido por Quincy Jones. ¿Cómo era trabajar con él? Quincy quería que yo superara mis fronteras. Yo estaba contento con llegar al doble y el triple platino. “No, no, eso no es bastante”, decía él. En la canción ‘Give me the night’ me hizo cantar con voz de ardilla y yo le seguí la corriente. “No te preocupes, esta no será la voz definitiva, es una prueba”, me dijo. Era mentira. Pero fue un éxito, así que no me quejo. Supe que iba a ser un éxito cuando uno de mis hijos empezó a pedirme que la pusiera sin parar.

Infinitos artistas del rap y el R&B (entre ellos, Kanye West, Common, Destiny’s Child…) han sampleado sus temas. ¿Es consciente de su gran influencia? Estoy empezando a saber más y más historias de músicos que han tomado parte de mis temas. Me parece bien, porque, de algún modo, lo que hacen es mantener vivo mi legado. (Debajo, el doble recopilatorio de Benson publicado en el 2015).