Paul Fuster: "Solo pido experiencias verdaderas"

Entre sus idas y venidas de Estados Unidos, país en el que nació hace 44 años, Paul Fuster ha reencontrado en los últimos años su lugar en el mundo: Cardona, villa natal de su madre, donde el cantautor vive combinando sus inquietudes musicales con su faceta de fabricante de bicicletas. Este sábado presenta su nuevo disco, 'Go/Between', el quinto de su carrera en solitario, en el Centre Artesà Tradicionàrius (21.00 horas).

Un 'go-between' es un intermediario. ¿Es así como se siente? Sí, en un paso intermedio en las relaciones, en las experiencias... No pensaba hacer un disco, estoy bien servido tocando con Edu Pou [Za!] y Sara Fontán, pero tirar una piedra provoca algo, y a la vida hay que provocarla sin sentarte a esperar. Ahora veré qué provoca este disco. De momento, está usted aquí delante.

¿Ha hecho un disco para que vayamos a preguntarle cosas? Y para defender mi experiencia musical íntima. El sueño americano se salta la esencia de la música comunal, en que la gente simplemente se junta y toca.

Pero el disco lo ha grabado bastante solo. Toco guitarras, baterías..., pero también aparecen Nico Roig, Roger Aixut [Cabo San Roque], Xarim Aresté... Sin querer hacer algo que suene más fabuloso que la persona. Estoy en el entremedio: no soy fabuloso, no soy un mierda, pero no me pondré perfume...

{"zeta-legacy-phrase":{"name":null,"position":null,"text":"\"La belleza humana es la imperfecci\u00f3n. Tengo 44 a\u00f1os y veo que no soy demasiado fabuloso ni tampoco lo contrario\""}}

¿Busca una estética de la imperfección? La belleza humana es eso, la imperfección. Tengo 44 años y veo que no soy demasiado fabuloso ni tampoco lo contrario. Solo le pido a la vida experiencias verdaderas.

Creció en los años del 'grunge' pero le influyó más Elliott Smith que Kurt Cobain. Elliott Smith daba cuerda al oyente para que se hiciese una película, y eso es parte del arte, la libertad de interpretación. Era una persona íntegra. Como mi padre [el cardiólogo Valentí Fuster]. Él también me ha influido musicalmente.

¿En qué sentido le ha influido su padre? Él es la perseverancia. Lo he visto desde que nací. Va a mil, no para, acaba una cosa y comienza otra.

'Go/Between' conserva sus guitarras ásperas pero tiene más luz que sus anteriores discos. Y acordes mayores. ¡Sí! ¡Ese era mi reto! Tiendo a ser nocturno y los acordes salen menores, melancólicos. No hay nada más estimulante para mí que romper un hábito que me toca los cojones. Kurt Cobain dijo que echaba de menos el confort de estar triste. Hay una tristeza que te da seguridad.

La canción 'Big OK' refleja ese sentimiento. El mensaje es "quema las bragas y a tomar por saco". Me fastidian las letras de predicador. La vida tiene una belleza y es fácil que este mundo nos secuestre el alma. Quiero deshacerme de la negatividad.

¿Por qué ha vuelto al inglés? Es difícil para mí fluir en catalán. Mis reacciones son en inglés: "Fuck!", "God damn!". No hay ninguna intención escondida.

Cuando aterrizó en Catalunya, a finales de los años 90, se integró en la escena local. ¿Cómo recuerda aquella época? Venía de una separación y aquí noté un vínculo muy fuerte. Aquí me doy cuenta de que estoy con los míos. ¡La familia de mi madre, de Cardona, viene del año 1080! Tener un lugar donde sienta que soy de ahí es algo brutalmente importante para mí.