Juan Gómez-Jurado: escribir 'thriller' con red

El novelista apuesta por internet como canal de venta y las redes como elemento de sus tramas y vía de contacto con sus lectores

El novelista Juan Gómez-Jurado

El novelista Juan Gómez-Jurado / periodico

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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Juan Gómez Jurado (Madrid, 1977) es todo un caso. Ha vendido varios millones de ejemplares de sus libros en mercados tan impermeables como los de EEUU y Alemania, mima en la red a sus seguidores y lleva años insistiendo en que el futuro del libro electrónico pasa por una política de precios bajos que ahora está experimentando de nuevo. Su último libro, ‘Cicatriz’, publicado por Ediciones B, un ‘thriller’ con cerebritos informáticos, mafias del Este, veteranos de Afganistán y acción muy físicas, lleva un mes entre los cinco más vendidos de Amazon España, con 2.000 copias despachadas en los primeros cinco días (y eso en España, donde en materia de libro electrónico básicamente lo que se hace es saquear, es mucho) a un precio de 4,73 euros, mientras que la edición en papel la ha reservado para la tapa dura.

Dicen en Amazon que sus clientes tienen una barrera: no están dispuestos a pagar por un 'ebook' más de 7-8 euros. Así que, si se quiere jugar legalmente a lo digital,esas son las reglas. “A mí me ha tocado salir el primero a romperme la cara. El mundo editorial lleva muchos años como los pingüinos al borde de un iceberg. Los de atrás empujan porque quieren ir al agua, los de delante empujan para atrás porque no quieren ser los primeros por si hay un tiburón blanco, y aunque todos quieren comer pescado, no se tiran. Hasta que uno lo hace”, explica.

Gómez-Jurado está convencido de que en esa mar hay pescado. “La gente está esperando a que bajen los precios en digital; si bajan no tendrán más opción que comprar, porque si no lo hacen moralmente se sentirán mal”, sostiene. ¿Incluso en España? “Absolutamente. Llámame optimista. Pero creo que cuando a la gente le das la opción de hacer las cosas bien, las hace”.

UNA RELACIÓN MUY DIRECTA

¿Pero eso es posible en todos los casos o solo con los autores con los cuales sus lectores sienten una cierta afinidad o proximidad? ¿Es más fácil que alguien piratee a Dan Brown que a alguien que le contesta sus tuits? (Por cierto: antes y después de la entrevista, Gómez Jurado dedica un tiempo a responder mensajes: a quien le remite una foto con una prueba de compra del libro en papel le envía el archivo del libro en digital). “Es posible. Si la gente siente empatía con el autor es más fácil. Tengo un trato muy cercano a través de las redes sociales con los lectores, ellos te apoyan y crean nuevos lectores. Eso es maravilloso”.

Aunque evidentemente estar colgado de la red es un peligro para un escritor. "Es una distracción pero también es el futuro, o el presente, o el único camino no de interacción con los lectores y de generación de nuevos lectores. En el viejo tópico del boca oreja, Paco recomienda el libro a Paqui. Ahora eso se multiplica por 200, 300, 400. Es un mundo nuevo. Se redefinen las relaciones, se redefinen los mercados. Y todo eso sale en las novelas”.

DE UCRANIA A CHICAGO

Internet está presente en ‘Cicatriz’. Los protagonistas son Simon, un genio de la informática a punto de convertirte en multimillonario, e Irina, una joven ucraniana a la que conoce en la red, que se traslada a Chicago atraída, en principio, por él, y que es la portadora de la cicatriz del título. “Hoy en día es imposible contar una historia de amor contemporánea sin utilizar internet. Pero a partir de aquí es la historia más vieja del mundo. Chico conoce chica, chica no es lo que parece, y a partir de aquí las cosas van terriblemente mal. Una trama de mentiras y engaños”.

Para los escritores en la era de Internet, quizá el acceso a la red (aunque eso ya empezó con los móviles) les ponga las cosas más difíciles. Las peripecias para encontrar a alguien o conseguir una información ahora se solucionan con un clic, y quizá obliguen a aguzar la imaginación. “La vida del escritor de misterio -responde- es más complicada en los tiempos de internet, porque hay un montón de cosas que antes funcionaban y ahora no. Pero a la gente solo le importa una cosa,abrir las páginas del libro y que sean capaces de comérselas una detrás de otra”. Ritmo de serie televisiva de suspense. Ritmo frenético, saltando de una trama a otra. Da la sensación de que el libro podría haber tenido 100 páginas más (de hecho las tenía, pero las eliminó). “Cuando eres capaz de satisfacer al lector es cuando se queda con ganas de más”, concluye.