Cate Blanchett: «Ver caer a alguien por los ataques en internet es terrible»

Cate Blanchett, embajadora de la ONU

Cate Blanchett, embajadora de la ONU / periodico

NBEGOÑA ARCE
LONDRES

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La verdad pertenece al  género de películas de periodistas empeñados en desenmascarar a políticos sin escrúpulos. Juega a su favor el ser una historia real, basada en el escándalo Rathergate, que estalló en el 2004, cuando un equipo de la cadena estadounidense de televisión CBS cuestionó el dudoso historial militar del entonces presidente George Bush en la recta final de campaña electoral para la reelección en el cargo. El filme del debutante James Venderbilt describe la caída en desgracia de Mary Mapes, la periodista y productora del prestigioso programa de información 60 minutes, un personaje que interpreta Cate Blanchett.

«Recuerdo el escándalo», comenta la actriz  australiana a los periodistas que recibe para la entrevista en un hotel de Londres. «Fue algo muy específico que ocurrió en América, pero cuando leí el guion pensé que podía tener interés universal, por eso lo acepté». Por eso y porque el papel es un regalo para una actriz con los enormes recursos de Blanchett, que en este descenso imparable a los infiernos pasa de la satisfacción profesional inicial al desconcierto, la rabia y el hundimiento. «En cuanto leí el guion firmé inmediatamente».

Mapes poseía un enorme prestigio y era la mano derecha del presentador estrella, Dan Rather, interpretado en el filme por Robert Redford. Juntos habían trabajado durante 15 años. Ella había sido galardonada por desvelar las fotos y los abusos cometidos por las tropas americanas con los prisioneros en la cárcel de Abu Graíb en Irak. Una exclusiva que dio la vuelta al mundo y seguramente le granjeó enemigos. Cuando obtuvo documentos indicando que Bush había eludido sus tareas más elementales como piloto en la Texas Air National Guard entre 1968 y 1974, creyó estar en la pista  de otra suculenta historia. Las pruebas apuntaban además a que Bush había aprovechado sus contactos familiares y sus privilegios para no ir a Vietnam.

Ataque de los blogs republicanos

Menos de 24 horas después de que Rather desvelara en antena los datos, llegó el contrataque en los blogs republicanos en internet. Se puso en duda la autenticidad de los documentos, la profesionalidad de Mapes, se le echó en cara su ideología, demasiado liberal y, por tanto, según ellos, sesgada. La historia acabó mal. La periodista  perdió su trabajo. Rather, una institución nacional, tuvo que dejar la presentación del programa y, más tarde, la CBS. «Me quede horrorizada al comprobar los ataques personales contra Mary. Era el principio de la blogosfera, y ver como alguien puede caer por los comentarios en internet es terrible», señala Blanchett, que es también productora del filme. «Lo que pasó con Mary destrozó su reputación -prosigue en tono firme- y afectó a su confianza en sí misma. Al principio no podía ni salir de su casa. Y desde luego no pudo volver al mundo de la información en televisión».

Blanchett estudió los vídeos con entrevistas hechas a Mapes tras el escándalo. «Aparecía como blindada y a la defensiva». El pasado año, las dos mujeres se conocieron y la actriz se encontró con «alguien muy vital». «Es muy animada, con un gran sentido del humor, positiva e inteligente». La actriz reconoce su admiración por la periodista. «Tuvo el valor de enfrentarse a la gente cuando hizo falta. Es una persona muy leal que no soporta la hipocresía».

Apuesta por un director novel

La actriz australiana, considerada una de las mejores de su generación, aceptó ponerse a las órdenes de un director bien conocido como guionista pero que debutaba tras la cámara con esta cinta. Era un riesgo que no muchas estrellas con dos Oscar en su haber -como es el caso de Blanchett- están dispuestas a aceptar. Pero le enganchó el guion que había escrito Venderbilt, basado en Verdad y deber: La prensa, el presidente y el poder del privilegio, las memorias de la propia Mapes. «Estaba muy bien elaborado y, aunque es un director novel, en buena medida su manera de filmar estaba patente en la forma de escribir. Lo hizo desde una visión muy cinematográfica». Con Blanchett a bordo faltaba convencer a Redford.     

La verdad guarda similitudes con Todos los hombres del presidente, sobre el escándalo del Watergate, que le costó la presidencia a Richard Nixon gracias al trabajo de dos periodistas del Washington Post. Redford era precisamente uno de ellos, junto a Dustin Hoffman. «Dan Rather y Robert Redford forman parte del tejido de América. Hay similitudes entre los dos», señala Vanderbilt. «Cuando Cate firmó, escribí a Bob diciéndole de muchas formas diferentes cuánto me gustaría que hiciera el papel. Traté de ser muy convincente. Mencioné Todos los hombres del presidente y lo mucho que la película significaba para mí. Le dije que le daría más poder al personaje de Rather si interpretaba de nuevo a un periodista».

Para Blanchett, esta ha sido la oportunidad de trabajar con una leyenda, y no solo del cine. «Redford es alguien que ha tenido una gran influencia en general en la cultura americana. Es de algún modo como Jane Fonda. Ambos se han comprometido en todos los aspectos de la cultura y la política con un increíble impacto».