Vidas (casi) ejemplares

El adjetivo personal suele usarse a menudo al describir un disco, pero con Songs of innocence, el último de U2, parece obligatorio. Según Bono, es el disco más íntimo que han grabado, desnudo en la música y también en las letras: «Intentábamos descubrir por qué quisimos estar en un grupo, cómo eran las relaciones alrededor de la banda, nuestras amistades, nuestros amantes, nuestra familia». Songs of innocence -el álbum que traen bajo el brazo a sus conciertos en el Palau Sant Jordi de la próxima semana, los días 5, 6, 9 y 10- es casi una obra de concepto sobre los años de infancia y adolescencia de Bono en la Irlanda de los 70. Hay una canción sobre la calle donde creció, Cedarwood Road. Por otro lado, Iris (Hold me close) es un tributo a la madre de Bono, Iris Hewson, fallecida cuando él solo tenía 14 años.

Es más fácil hacerse a la idea de las vidas personales de U2 escuchando las canciones y estando atento a las letras que buceando por la red u hojeando revistas del corazón. Desde siempre, y a pesar de sus inevitables conexiones con celebrities, Bono, The Edge (guitarra), Adam Clayton (bajista) y Larry Mullen Jr. (batería) han preferido no poner sus intimidades en primer plano. Solo en las canciones, bajo el velo de la creatividad. Tampoco es que la prensa rosa fuera a divertirse demasiado con sus vicisitudes románticas. En lugar de romances torturados de ida y vuelta y flirteos de una noche que acaban en exclusivas ajenas, U2 -o casi todos los U2, luego veremos- han preferido las relaciones largas, en algunos casos muy largas. La mayoría selladas por la iglesia.

La esposa misteriosa

¿Quién es Bono, cuando no es Bono, cuando se quita las gafas oscuras? Un señor casado desde 1982 con Alison Hewson, cuyas interioridades todavía son más secretas que las de Bono. El mismo artista ha declarado a The Sun: «No es fácil conocerla y los piropos de otra gente no le importan mucho. Es una chica muy independiente, inteligente, quien, creo, me tiene como objeto de diversión».

Cuando el cantante (y hasta hace poco, guitarrista) de U2 compuso She's a mystery to me para Roy Orbison, bien podría estar hablando de su esposa: «Ella es un misterio para mí / Es una chica misteriosa / Es una chica misteriosa», decía el estribillo. Pero con todo su misterio, Ali Hewson parece su anclaje más seguro a la realidad: «Soy una persona débil, con fallos», ha dicho Bono. «Tengo un lado salvaje. Una versión distinta de mí mismo estaría durmiendo en la playa, o peor, flotando en el mar».

La versión buena de sí mismo ha ayudado a criar a cuatro hijos: Jordan, Memphis Eve, Elijah Bob PatriciusGuggi Q (ahí es nada) y John Abraham. La segunda, Eve Hewson, es la figura más pública, gracias a su trabajo como actriz junto a directores de primera: Paolo Sorrentino en Un lugar donde quedarse, Steven Soderbergh en la serie Theknick y el mismísimo Spielberg en la inminente El puente de los espías.

Además de esta camada, Bono y Ali comparten desde el 2005 una marca de ropa ética, EDUN, extensión prêt-à-porter del conocido trabajo humanitario del artista. Al parecer, la marca acumula pérdidas de 68 millones de dólares, pero Bono ha afirmado que podrá sostenerse. Siempre puede tirar de los 1.400 millones de dólares ganados con su inversión, a través de un fondo, en los primeros tiempos de Facebook.

Novias del instituto

La familia se ha dejado caer por las portadas de los últimos lanzamientos del grupo. Es parte de este proyecto tan personal. Y antes de que el rostro de Alien blanco y negro ilustrase el single Song for someone, Larry Mullen Jr. salió abrazando a su hijo de 18 años en la edición física del álbum. Ya en su primer y tercer discos, los clásicos Boy y War, U2 eligieron como modelo de portada a alguien cercano: el niño Peter Rowen, hermano pequeño de Guggi, un amigo de infancia de Bono.

Mullen Jr. no está casado, pero forma pareja desde hace tres décadas con Ann Acheson, su novia del instituto. Nada que ver aquí, periodistas buscadores de líos escabrosos. Tienen tres hijos con nombres culturalmente significativos: Aaron Elvis, Ava Gardner y Ezra. Este último, ¿por el poeta Ezra Pound? Ni el matrimonio ni su descendencia son presencia habitual en las páginas de cotilleos, pero hace poco dio que hablar su demanda a unos antiguos contables por pérdidas de más de 11 millones de euros. Incluso las estrellas pueden ser malas escogiendo consejeros de inversión.

La vida sentimental de David Howell Evans, alias The Edge, tiene dos partes principales. Primero se casó con su novia del instituto, Aislinn O'Sullivan, con la que tuvo tres hijas, y después con Morleigh Steinberg, bailarina-coreógrafa con una larga historia vinculada a U2. Steinberg apareció en algunos planos oscuros y arty del vídeo de With or without you. Después, hacía la danza del vientre en otro vídeo, el de Mysterious ways. Su actuación gustó tanto (sobre todo a The  Edge, imaginamos) que la ficharon para bailar en la gira Zoo TV de 1992-93. Al finalizar el tour, The Edge y Morleigh eran inseparables.

El Filo y esposa tienen una hija, Sian, y un hijo, Levi. Hace cinco años, la joven Sian salió victoriosa de la batalla contra la leucemia. Morleigh Steinberg declaró: «Después de algo así vives más intensamente porque no das nada por hecho. Ella ha pasado por ello y está bien».

De todos los miembros del grupo, Adam Clayton debe de ser el más rock'n'roll. Por sus ya abandonados problemas con la bebida y por sus conexiones con supermodelos, como la temperamental Naomi Campbell,

con la que estuvo prometido hasta que, según parece, el bajista de la banda canceló los planes. Según la modelo, ahora son buenos amigos.

Después de una larga relación hasta el 2007 con Suzanne Smith (antigua asistente del mánager del grupo Paul McGuinness), empezó a salir con otra modelo, la brasileña Mariana Teixeira de Carvalho, dos décadas más joven que él. Con ella se decidió finalmente a dejar de ser el último U2 realmente soltero y probar eso del matrimonio, que no empezó mal, hace ahora dos años: una boda de tres días en Francia. Con todos sus miembros asentados en relaciones más que estables, cabe esperar canciones especialmente adultas de los próximos U2.