Maribel Verdú: «Ser mujer no es sinónimo de ser madre»

La actriz estrena 'Sin hijos', en la que encarna a una abanderada del 'no kids'

«Ser mujer no es sinónimo de ser madre» Maribel Verdú_MEDIA_1

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IMMA FERNÁNDEZ / BARCELONA

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Con dos premios Goya (y otras ocho nominaciones), y el Premio Nacional de Cinematografía ya en el bolsillo, Maribel Verdú (Madrid, 1970) disfruta de un espléndido momento profesional. Ahora estrena Sin hijos, comedia de Ariel Winograd -taquillazo en Argentina- en la que interpreta a Vicky, una abanderada del no kids que inicia una relación con un padre divorciado (Diego Peretti). Este intentará desesperado ocultarle su paternidad.

-No se ha prodigado usted en las comedias, ¿qué le sedujo de esta?La comedia es para mí el género más duro y el menos valorado. Creo que no hago comedias desde los tiempos de Rafael Azcona. Me han llegado muchos guiones pero es que leo tres páginas y son para decir: «¡Madre mía!». Es muy difícil hacer una comedia digna.

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-¿Qué le convenció de esta?

-Nunca había hecho una comedia romántica, es la primera que hago, y con unos personajes ya maduros. Además, me ilusionaba trabajar con Peretti y en un país como Argentina, donde me siento muy a gusto. Y me encantó el tema de esa mujer que de forma absolutamente radical no quiere tener hijos. Una historia que no es ni obvia ni previsible: jamás se ha planteado en el cine la no maternidad a través de una persona radical. Yo no soy madre y llevo desde La buena estrella haciendo de madre, madre, madre. Me apetecía dejarla en paz y ver a los niños de otra manera. Pero que quede claro que no me identifico con el papel. Es un personaje que me encanta, pero que no tiene nada que ver conmigo.

-No suscribe, pues, el argumento de Vicky sobre que los hijos coartan la libertad. 

-No, para nada. Si es que a mí me encantan los niños, los adoro. Con los hijos de mis amigos, que dicen: «¡Ya llega la tía Bel!», juego y soy muy payasa con ellos.

-¿No nota usted que la presión social por la maternidad ha disminuido?-Yo soy muy tolerante y que la gente haga lo que quiera. Quien quiera tener que tenga. Pero ser mujer no es sinónimo de ser madre. Es una elección de la vida, no una obligación, y las mujeres no tenemos que dar explicaciones de por qué no queremos ser madres.

-Parece que esté usted harta de hablar del tema de la película.-Estoy muy harta. Es que yo soy actriz y he hecho de madrastra, de bruja, de heroinómana, de puta, y nunca nadie me ha preguntado qué tal de puta por la vida. Ahora me ha tocado este personaje, que es una persona que no quiere hijos pero que no tiene nada que ver conmigo. No soy radical como ella. Yo no soy la madrastra de Blancanieves, soy una actriz y elijo las historias que me gustan, simplemente. ¿Por qué no se les pregunta a los hombres por qué no tienen hijos?

-Yo no se lo he preguntado.

-Es que me resulta alucinante. Imagínese que se le pregunta a una persona anónima que tiene un problema y no puede tener. ¡La hundiríamos!

-El personaje más adulto de la película es el de Guadalupe Manent, que interpreta a la hija de Peretti, de 9 años. La pequeña desborda carisma en un impresionante debut. ¿Cómo fue el trabajo con ella?

-Es adorable. Hubo una química increíble entre los tres desde el primer día. Fue un viaje muy bonito, con un director divino. El rodaje fue muy fácil y el mejor regalo ha sido que en Argentina han visto la película 500.000 personas. ¡Una cifra bestial!

-Está usted deslumbrante, muy guapa. ¿Cuál es el secreto?-Creo que hay algo en la genética que es fundamental, y además soy una persona que no me paso en nada. No soy una loca, soy una persona moderada, pero me gusta divertirme y hago todo lo que me gusta. Me gusta vivir. Soy disfrutona.

-Hace una década contaba que no le importaba cumplir años. Que sus amigos de 50 estaban en la mejor madurez. ¿Sigue pensando lo mismo?-No puedes ir en contra de la vida. Yo creo que hay que estar feliz y encantada con todos los años que se cumplen, porque de lo contrario ya sabes lo que te toca. Y hay que intentar estar de la mejor manera posible a cada edad. Estupenda a los 40, a los 45... Y si no, lo más importante es estar bien por dentro.

-¿Qué proyectos tiene? 

-Me voy a rodar otra vez a Argentina El faro de las orcas, una historia maravillosa que dirige Gerardo Olivares.

-¿Le gusta el cine argentino?

-Me gustan las buenas historias.

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