Núria Graham, mucho futuro

CRÓNICA La cantante y guitarrista mostró su sugerente 'Bird eyes' en el Guitar BCN

La cantante Núria Graham

La cantante Núria Graham / ÁLVARO MONGE

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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No es una niña prodigio, ni una curiosidad exótica, quizá pasajera, de nuestra escena, sino, simplemente, una chica de 18 años que hace canciones con una refinada sensibilidad melódica, valiéndose de una voz dotada y un estilo propio con la guitarra, que ya ha aprendido que una composición puede llegar más lejos si viene acompañada de una intención en materia de arreglos y ambientes. Es Núria Graham y, seguramente, ha venido aquí para quedarse. Por ahora, el luminoso Bird eyes, su estreno oficial, tras la maqueta First tracks, habla por ella, y bien, como vimos el sábado en el Auditori, sala 2, a su paso por el Guitar BCN.

Contar con cómplices de aventura que estimulen su incipiente talento es fundamental, y Graham tiene la fortuna de estar muy bien acompañada por Jordi Casadesús (bajo y teclados, titular de La Iaia, a quien hemos podido ver también junto a Pau Vallvé o Maria Coma) y Aleix Bou (batería, vinculado a The Gramophone Allstars y, últimamente, a Mazoni), dos músicos poderosos cuya misión en el Auditori fue hacer brillar aún un poco más unas canciones que, sobre el papel, muestran una languidez insinuante y que, en directo, debían crecer e imponer su ley. Lo hicieron, además, porque Graham demostró tener una intuición natural para colocar debidamente los acentos de su carácter.

GUITARRA DE ENSUEÑO / Recital asentado en el nuevo disco, desde Prelude y Bird eyes, entrando en materia con sutileza, creando un clima vaporoso a partir de la guitarra, tratada con pedales como el delay, que retrasa el sonido de la nota produciendo un efecto envolvente. Canciones, ironizó ella, «un poco tristes, más bien para tirarte por el balcón», pero con puntos de luz, como en las sustanciosas Bad luck, I worry too much (donde se estrenó al teclado) y Christopher.

Se cruzaron con una cita a la maqueta, As sweet («una canción vieja, de hace dos años») y la sorpresa de la noche, un Toxic, de Britney Spears, con fibra rockera. ¿Aviso de lo que está por venir? En ella está casi todo por hacer y todo es posible.