Gesta mítica de la exploración
'El viaje de Shackleton' y 'Endurance': la epopeya antártica ilustrada
Hallado en el fondo del Antártico el 'Endurance', el legendario barco del explorador polar Shackleton
Dos novelas gráficas rinden homenaje al viaje del 'Endurance', que quedó atrapado en el hielo en enero del 2015

Shackleton, de Impedimenta


Anna Abella
Anna AbellaPeriodista cultural
En esta casa desde 1990. Periodista cultural. Buceando en el mundo de los libros desde 2005.
El 29 de diciembre de 1913 aparecía en el London Times este anuncio: «Se buscan hombres para viaje peligroso, sueldo bajo, frío extremo, largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito». El objetivo, cruzar por primera vez a pie la Antártida, fracasó, porque, hará ahora 100 años, el 18 de enero de 1915 quedaba atrapado en el hielo del mar de Weddell el Endurance, el navío a bordo del cual viajaban un joven polizón y los 26 aguerridos marinos seleccionados entre los más de 4.000 que respondieron al anuncio, comandados por Ernest Shackleton, que desafiando el dicho que augura que «lo que el hielo atrapa, el hielo se lo queda» lograron, contra pronóstico, sobrevivir más de dos años en el helado continente mientras el planeta, que se desangraba en la primera guerra mundial, les daba por muertos.
De esta épica y mítica epopeya, última gesta de la edad heroica de las exploraciones antárticas, se hacen eco, vía cómic e ilustración, dos libros cuidadosamente documentados: El viaje de Shackleton (Impedimenta) -donde el británico William Grill entrelaza y halla un perfecto equilibrio entre texto y dibujos en un álbum atento a anécdotas y detalles como los nombres de los 69 perros de la expedición, que pesaban unos 45 kilos cada uno-, y Endurance (Planeta DeAgostini), flamante debut en la novela gráfica que Luis Bustos publicó en el 2009, ahora en una edición especial del centenario.
Bustos (Madrid, 1973), que desarrolla su faceta humorística en la revista digital Orgullo y satisfacción, creada por los dibujantes que dejaron El Jueves tras el veto de RBA a una real portada de Juan Carlos y Felipe VI, se puso serio con Endurance y lo vuelve a hacer con éxito en su regreso al ring con otra novela gráfica, Versus Versus (Entrecómics Cómics), inspirada en un relato de Jack London sobre el ocaso de un boxeador. «Ambas son historias de señores que sufren, que se enfrentan a un conflicto en un espacio del que no pueden huir, sea la Antártida o un cuadrilátero», admite Bustos, que ya trabaja con el guionista Santiago García en los dos volúmenes de ¡García! que verá la luz este 2015 en Astiberri y sobre el que se reserva más detalles.

Endurance, de Luis Bustos / Planeta
El dibujante, que descubrió la historia de Shackleton en una exposición fotográfica en el Museo Marítimo de Barcelona, se embarcó con dinámicas viñetas en blanco y negro en «una historia de aventuras real, de lucha por la supervivencia, de agotamiento y enfrentamiento con la naturaleza y de superación y fuerza». Después de que el Endurance quedara atrapado por el hielo pasaron nueve meses hasta que su gélida presión hizo añicos el casco condenando a la tripulación a abandonarlo, el 27 de octubre de 1915, y a un periplo sobre el mar helado con lo imprescindible rumbo a Isla Elefante, desde donde Shackleton decidió dejar a todos los hombres menos a cuatro y partir en busca de ayuda.
«Me centré en el mito y la personalidad de quien conducía a aquellos marineros -explica Bustos-. Shackleton era un tipo complejo, con sus pequeñas miserias y claroscuros, que quería controlar los momentos de desaliento y desesperación de sus hombres y mantener su moral alta. Su misión era mantenerlos con vida. Había fracasado en sus anteriores empresas pero su victoria fue que se comprometió a llevarlos a tierra firme sanos y salvos como el líder que era».
Y lo logró, manteniéndolos ocupados para tener a raya «el miedo a no saber si lograrían volver», ya fuera jugando a fútbol sobre el hielo, con carreras con los perros, improvisando funciones de teatro, leyendo la Enciclopedia británica o con fiestas con música de banjo, momentos que también evoca Grill, que alterna detallados microdibujos con bellas ilustraciones a doble página.
Boxeo como metáfora

Dos páginas de 'Endurance' (cuando el hielo destroza el barco), de Luis Bustos, y de 'El viaje de Shackleton' (ya a la deriva), de William Grill. / ep
Cinco años después de Endurance, Bustos retoma su dibujo más vigoroso y expresionista en Versus, donde traza «un retrato psicológico a través de lo estético», de un hombre hundido y fracasado, Tom King, donde no importa no ser aficionado al boxeo pues «es una metáfora aplicable a cualquier profesión, cuando se presentan momentos de crisis». «Es un relato más visceral y crepuscular -añade-. A King no le queda más remedio que seguir adelante, sabe que no puede perder ese combate. Es lo viejo frente a lo nuevo, el púgil maduro que ve que su tiempo ha pasado y que las nuevas generaciones le pasan por delante».
Tanto el formato cuadrado, que evoca un cuadrilátero, como la portada de tacto rugoso y rudo, que remite a las cuerdas o las manos de un boxeador, «pretenden hacer sentir incómodo al lector, para que se meta en la historia». Una historia que, como la de Shackleton, es un combate donde está en juego sobrevivir.
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