Tim Burton: "Me gusta la mezcla de color y oscuridad"

PAZ MATA / LOS ÁNGELES

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El director Tim Burton lleva al cine en Big eyes la historia de Margaret Keane, una artista norteamericana que en los años 50 y 60 permaneció trabajando en la oscuridad mientras su marido, Walter Keane, maquinaba uno de los casos más extraños de fraude artístico: Walter firmaba con su nombre las obras de Margaret, esas célebres pinturas de niños con ojos muy grandes que circularon por todo el mundo, hasta que esta decidió romper su silencio y denunciar el fraude.

Interpretada por Christoph Waltz (Walter Keane) y Amy Adams (Margaret Keane), Big eyes se presenta ya como una de las candidatas en la carrera hacia los Oscar. El estreno del filme, hoy, coincide con el anuncio, justo ayer, de la separación de Tim Burton y de su pareja durante los últimos 13 años, Helena Bonham Carter. Según los representantes de la actriz, la pareja se separó «amistosamente» a principios de este año y han continuado «siendo amigos y  compartiendo la crianza» de sus dos hijos, Billy, de 11 años, y Nell de 7.

-Señor Burton, ¿de dónde viene su interés por la historia de Margaret Keane?

-Conozco sus pinturas desde que era un niño. Todo el mundo tenía un póster o una copia de sus pinturas en el salón de casa. Hasta en la consulta del dentista. Años más tarde empecé a interesarme por el pop arte y Keane forma parte de esa cultura. En los 90 un amigo de Nueva York me contó la historia de los Keane y me impresionó. Hasta entonces creía, como todo el mundo, que Walter Keane era el autor de esas pinturas. Pero lo que me interesó es cómo su arte fue aceptado masivamente por el público, e inspiró a que la gente se acercara a un museo, mientras la críticos de arte lo ignoraban por completo. Como dijo Andy Warhol, puede que esos cuadros fueran kitsch pero no deben de ser tan malos cuando gustan a tanta gente.

-¿Por qué cree que gustaba tanto a la gente ver a esas figuras de semblante triste?

-Creo que es esa mezcla de emociones que te inundan cuando miras sus imágenes. A mí me gusta la mezcla de color y oscuridad, de tristeza y de humor. Todo eso te lleva al subconsciente algo que no se puede expresar verbalmente y eso es lo que hace que sea tan interesante y provoque el eterno debate. ¿Es arte o es kitsch?

-Dicen que Walter Keane era mucho más detestable en la vida real que en la ficción. ¿Por qué decidió presentarlo mejor de lo que era?

-Es algo que decidimos los guionistas y yo. La realidad es, muchas veces, más extraña que la ficción y este caso es una prueba de ello. No queríamos que el público no se creyera lo que estábamos contando.

-Su público está acostumbrado a su estilo gótico, pero esta película muestra una exuberancia de colores. ¿Qué motivó ese cambio?

-El período de esta historia y las pinturas de Keane. Para mí esta película tiene muchas referencias de Hitchcock y también elementos del cine giallo de Mario Bava. Para su preparación vi muchas de las películas de Bava, aunque no tenga una conexión directa con su cine. Pero lo que trataba de conseguir es transmitir ese color de las pinturas y el color de ese período.

-Un período que coincide con otra de sus películas, Ed Wood. Sin embargo esa la hizo en blanco y negro.

-Si, porque en ella la figura prominente era Bela Lugosi, una persona a la que siempre había visto en blanco y negro  Esta, sin embargo, transcurre en San Francisco, en el barrio de North Beach, y el color es lo que impera en la historia.

-La mayoría de sus historias, Eduardo Manosdetijeras, Ed Wood, Sweeney Todd y ahora Big eyes, siempre hablan de personajes solitarios o que se mueven al margen de la sociedad. ¿Por qué este interés por este tipo de personajes?

-Coincide que todos estos personajes viven ajenos a lo que les rodea. A pesar de la popularidad que gozan sus trabajos, nadie repara en su persona. En el caso de los Keane, los únicos que se molestaron en poner una cara a todas esas pinturas fueron los periódicos de San Francisco. Imagino que para Margaret debió de ser muy difícil vivir esa mentira.

-¿Se identifica con ellos?

-Sí, por supuesto. En todos ellos hay elementos que tienen que ver con mi personalidad. Con Margaret me identifico mucho, pero admito que, por desgracia, también tengo algo de Walter (risas), pero mejor no entrar en ello...

-¿Le ha mostrado la película a Margaret Keane?

-Los guionistas le mostraron un primer corte mientras yo estaba terminado de montar la película y tengo entendido que se emocionó mucho. Es interesante que dijera que Christoph (Waltz) captó perfectamente el espíritu de Walter. Eso significa mucho porque Margaret es una persona muy especial para mí.