LA PROYECCIÓN CINEMATOGRÁFICA COMO EXPERIENCIA COLECTIVA

Fenómeno Phenomena

Cine-templo 8 Nacho Cerdà, en la sala Phenomena, ayer.

Cine-templo 8 Nacho Cerdà, en la sala Phenomena, ayer.

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Phenomena empezó siendo un evento nómada, «un cine sin cine», como define su creador, el cineasta y profesor de cine Nacho Cerdà. Pero tras cuatro años de éxito ahora es, por fin, lo que siempre debió ser: un cine-templo para quienes todavía observan la proyección de una película como un pequeño acontecimiento.

Un cine cuidado en cada detalle -pantalla enorme, proyecciones en digital pero también 35 y 70 mm, sonido perfect o-, con una programación que no desatenderá la actualidad pero se basará sobre todo en títulos clásicos, populares y de culto de todas las eras, con claro énfasis en el cine de género. Programas dobles, ciclos, maratones, alguna presentación especial. Todo por recuperar esa experiencia colectiva que parecía irse perdiendo en un paisaje de consumos solitarios y salas y carteleras, digamos, sin demasiado ángel.

«Para mí esta clase de cine -dice Cerdà- era una necesidad como espectador desde hace 20 años. Y creo que se trataba de una necesidad compartida, como hemos visto durante el curso inicial de Phenomena, al que no dejó de sumarse gente. Es algo que vale la pena no solo por las pelis sino por cuanto tiene de acto social».

Cerdà dice haber «robado dos bancos» para sacar adelante esta sala prometedora, con sede en el que era el antiguo Nàpols (Sant Antoni Maria Claret, 168). Se eligió este enclave «un poco por eliminación, porque Barcelona ha perdido muchas grandes salas para poner otra clase de comercios. Era difícil encontrar algo con carácter. Vimos el Nàpols y creímos que era un diamante en bruto». El diamante se ha pulido.

Los próximos títulos

Phenomena abre el viernes sus puertas (20.00 horas, entradas agotadas) con el doble programa con el que empezó todo, el 16 de noviembre del 2010, en el desaparecido Urgel: Tiburón, de Steven Spielberg -el 19 de diciembre, hace 39 años, se estrenó el filme en nuestro país-, y Alien, el octavo pasajero, de Ridley Scott.

Durante las próximas semanas, se podrán recuperar «grandes éxitos» de la marca: musicales clásicos (Cantando bajo la lluvia), comedias de los Marx (Una noche en la ópera), terrores emblemáticos (El exorcista, Poltergeist) o, por supuesto, hits de quienes fueron niños o adolescentes en los 80 como La princesa prometida y Los goonies. En breve habrá ciclo Brian de Palma y, coincidiendo con el estreno de Vicio puro, se recuperarán dos clásicos de Paul Thomas Anderson: Boogie nights y Magnolia.Quentin Tarantino programa desde principios de año el cine New Beverly de Los Ángeles con su propia colección de películas en 35 mm. Y dijo: «Si la gente viene, bien. Y si no, que se jodan». ¿Cerdà confía en la gente? «¡Si no vienen, aquí el que se fastidia soy yo! Es una inversión muy fuerte. Pero sí, claro».