CRÓNICA

Veneno y Refree, una amistad con raíces

La pareja fundió repertorios con tensión en La 2

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Una década después de cruzar sus caminos por primera vez, en los conciertos de The Rockdelux Experience, Raül Fernández, Refree, y Kiko Veneno estrechan sus vínculos en conciertos que llevan un poco más lejos la campaña de Sensación térmica (2013), el último disco del sevillano, cuya producción firmó el barcelonés. El miércoles, en La 2 de Apolo, atiborrada, dentro del ciclo Curtcircuit, dieron un paso más en la construcción de un territorio común entre el rock con raíces y la experimentación que aún podría dar mucho más de sí en el futuro.

La columna vertebral la puso el último disco de Veneno, una obra meritoria por la manera en que redirige su gracia sureña, su raíz aflamencada, hacia objetivos exploradores y sonidos inéditos en su obra. Pocos artistas de trayectoria larga y consolidada se atreven a operaciones tan radicales, con muestras valiosas como Namasté, Los planetas y La vida es dulce. A diferencia de su pase del Grec en el 2013, Veneno las interpretó con la poderosa banda que da forma al grupo Refree, es decir, Nico Roig (guitarra), Xavi Lloses (teclados), Miquel Sospedra (bajo) y Oriol Roca (batería), que sacó también humo en las adaptaciones de tres piezas del repertorio de Fernández, La festa, Kirikikí (con Kiko cantando una estrofa en catalán) y Els nostres pares.

LA HUELLA DE CAMARÓN / Veneno pasó por alto sus éxitos y prefirió dar encuadres heterodoxos a Estaba lloviendo y Casa cuartel (del disco Está muy bien eso del cariño), aunque al final recurrió a un Joselito a dos guitarras. El diálogo con Refree evoca la sintonía contracultural de Sevilla y Barcelona en los años 70, y por eso fue oportuna la recuperación de Los delincuentes, del primer disco de Veneno, y una arrolladora adaptación de La leyenda del tiempo, faro de Camarón, que cerró la actuación antes la sorpresa final: Pau Riba, en el escenario, cantando Helena, desenganya't, del primer volumen de Dioptria. Palabras mayores.