CRÓNICA

Cabo San Roque, nostalgia del futuro

El ahora dúo barcelonés exhibió su temperamental '12 Rounds' en La 2 de Apolo

Roger Aixut y Laia Torrents, el martes en La 2 de Apolo.

Roger Aixut y Laia Torrents, el martes en La 2 de Apolo.

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

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El título del nuevo disco de Cabo San Roque, 12 Rounds, evoca la rudeza del mundo pugilístico y, en efecto, el disco transmite aridez instrumental, intensidad rítmica, aspereza de tacto. Aquel grupo que hace 11 años se nutría de la nostalgia más dulce en canciones como Tío Vivo Caspolino, que más tarde fabuló a partir de cortometrajes familiares buscando un encuadre retro enigmático, y que acabó supliendo el concepto de concierto por la instalación audiovisual en turbadoras ocurrencias como Bestiari (2011), reaparece ahora en la forma de un estridente artefacto sonoro que hereda expresiones del rock de vanguardia histórico, como vimos el jueves en La 2, dentro del ciclo Caprichos de Apolo.

Cabo San Roque es ahora un dúo articulado en torno a los teclados voraces de Laia Torrents y la guitarra eléctrica, el trombón y el saxofón de plástico de Roger Aixut, a los que se suma un tercer individuo llamado Tres Tristos Trons, una máquina de su creación que suministra toda clase de ruidos, zumbidos y notas percusivas a partir de craneos de perro, espirales de reloj, una máquina de escribir y otros útiles más o menos, más bien menos, cotidianos. Con estos ingredientes, recorrieron los estridentes 12 Rounds fundiendo la frialdad industrial con un componente de improvisación que daba un edificante contrapunto humano, entre soplidos atonales y temperamentales manotazos al teclado.

DE MANCINI A CAN / El factor tribal es otra pista que el dúo siguió tanto en Sorolls d'Hatari, inspirada en la banda sonora de Henry Mancini, como en Pnoom, del grupo alemán Can. Evocaron al malogrado Joan Saura en Sesión de noche y, para demostrar que no hay malos sentimientos con los exmiembros, les invitaron a subir al escenario para interpretar, juntos, L'enfonsament de Cabo San Roque. Remate apocalíptico para esta violenta versión de la banda, que sigue, no obstante, fascinada por una idea pretérita del vanguardismo. En palabras de Aixut: «Cabo San Roque, a toda pastilla contra una pared hacia una desaparición programada».