Tabarra a domicilio

RAMÓN DE ESPAÑA

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Me estaba recuperando de la hemorragia patriótica del día de la V, cuando topé en las páginas de este diario con un anuncio que me puso los pelos de punta. Hazte voluntario por un país nuevo, rezaba su lema. Y junto a las fotos de ilustres independentistas -Toni Soler, Empar Moliner, Màrius Serra o.....¿cómo? ¡¿Karmele Marchante?!- se explicitaba el mensaje. Parece que a las señoras Casals y Forcadell ya no les basta con montar manifestaciones y han decidido volcarse en la atención personalizada al ciudadano. Para ello necesitan 100.000 voluntarios que se dediquen al puerta a puerta nacionalista hasta el 9N, con la intención, como reza el texto del anuncio, de «escuchar cómo queremos que sea nuestro país».

No sé ustedes, pero yo jamás he encontrado a un pelmazo a domicilio que viniera a escucharme. Y me temo que esta iniciativa -consistente en dar la brasa en casa- no va a ser una excepción: con lo que nos costó librarnos de los vendedores de enciclopedias y los testigos de Jehová....

Carme, Muriel....Ya os vale, ¿no? Una cosa es convocar a una mani a la que si quieres vas y si no quieres no vas, y otra muy diferente es molestar al ciudadano en su domicilio. ¿Conocéis la expresión anglosajona My house is my castle? No creo exagerar, chicas, si os digo que os estáis internando en el terreno del acoso. Y lo de que venís a escuchar, perdonad, pero no hay quien se lo trague: yo diría que, en la mejor tradición del vendedor de cepillos, venís a molestar y a hacer proselitismo. Y por favor, dejad de utilizar el término «festivo» en vuestra actividades, basadas principalmente en algo tan poco festivo y tan mezquino como el odio al vecino. No sois las únicas personas para las que el odio constituye su principal fuente de vida, pero dejaros de eufemismos, por Dios.

Yo, por si acaso, voy a ir haciéndome con unas perolas de buen tamaño para el aceite hirviendo: creo que será la mejor manera de captar la atención del pelmazo que me enviéis. Aunque tampoco descarto arrojarlo escaleras abajo.