GÉNERO NEGRO Y CRIMINAL

El regreso de Chacaltana

Santiago Roncagliolo recupera a su fiscal en la novela 'La pena máxima'

El escritor Santiago Roncagliolo en la calle Princesa de Barcelona.

El escritor Santiago Roncagliolo en la calle Princesa de Barcelona.

ELENA HEVIA
BARCELONA

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Una de las reglas del decálogo personal de Santiago Roncagliolo es no repetirse. Y a ello se aferraba cuando se le impuso el argumento de la que es su nueva novela, La pena máxima (Alfaguara), la historia de un hombre que nace durante la guerra civil española y viaja 40 años y 10.000 kilómetros para encontrarse en otra guerra, la de la dictadura argentina, que, en el fondo, «es la misma guerra». Roncagliolo, peruano radicado en Barcelona, se dio a conocer con la exitosísima Abril rojo, Premio Alfaguara, una novela negra protagonizada por el fiscal Chacaltana y con el trasfondo de las actividades, ya de baja, de Sendero Luminoso en el año 2000. No quería reincidir, pero dándole vueltas a su nueva historia el escritor tuvo que aceptar que su personaje, activo en el año 78, tenía la edad, la posición y la situación adecuados para relatar e investigar los hechos. «A mí me iba muy bien sin Chacaltana, pero no tuve más remedio que ceder y eso me llevó a Perú, aunque hubiera sido el último rincón de la Operación Cóndor. Conocía bien sus circunstancias porque mi padre [reciente ministro de exteriores de Ollanta Humala] era activista de la izquierda y conoció a no pocos refugiados chilenos y argentinos. Algunos de sus amigos peruanos fueron secuestrados y llevados a Argentina».

La Operación Cóndor de la que habla Roncagliolo es la poco honorable red que se tejió entre los gobiernos dictatoriales sudamericanos y la CIA en los años 70. A eso hay que añadir  uno de los escenarios épico-deportivos que los peruanos recuerdan con más pasión. El Mundial de Fútbol de 1978. Aquel año, Perú se quedó a las puertas del cielo, de la deseada final, que acabaron jugando Argentina y Holanda. Roncagliolo monta las escenas de la novela alternando violencia y adrenalina futbolera de una forma no muy alejada a lo que Coppola hizo en El padrino con la ópera. «Bueno, lo más cercano a la ópera para un sudamericano es el fútbol», conviene sonriendo y explica las circunstancias de aquel bochornoso seis a uno que aparcó definitivamente las esperanzas de los peruanos. En aquel momento se habló de tongo, ¿Roncagliolo lo sostiene?  «Yo debo admitir que Argentina nos ha goleado 300 veces con dictadura y en democracia, pero aquella vez había una sospecha... y nos aferraremos a ella», asegura burlón.

OFICIO PELIGROSO / Como en otras novelas aquí también hay un vargasllosiano trasfondo político. «Llevaba un tiempo tratando de evitarlo, porque cuando lo hago suelo dar la versión no oficial y eso ha acabado molestando a muchos, hasta el punto de que se empezó a poner peligroso para mí. Me han caído amenazas judiciales [la edición de Memorias de una dama fue retirada, por ejemplo], de muerte, escándalo en varios países; en algún momento llegué a tener tres abogados. Pero mis novelas han salido lo suficientemente bien como para seguir escribiendo. Ahora mi vida es más tranquila».