Festival de cine de Cannes

En busca de 'Jauja'

Viggo Mortensen presenta su colaboración con el argentino Lisandro Alonso, tal vez la película más independiente de su carrera

Viggo Mortensen, con una bandera de su equipo, en Cannes.

Viggo Mortensen, con una bandera de su equipo, en Cannes.

NANDO SALVÀ
CANNES

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Se pasó el domingo usando camisetas y pancartas para apoyar a su equipo, el San Lorenzo de Almagro, que disputará la semifinal de la Copa Libertadores contra el Bolívar boliviano. Pero, ayer, Viggo Mortensen lucía en la solapa un pin del Real Madrid. «Ya va siendo hora de levantar la décima», aseguró en referencia a la final de la Champions League. Es difícil saber qué posición ocupa el fútbol entre sus múltiples pasiones -además de interpretar, el actor estadounidense pinta, escribe poesía, toca el piano, compone música y publica libros--, pero sin duda está muy arriba. «Supongo que tiene que ver con mi pasión por el trabajo de equipo, algo que también afecta mi relación con el cine».

Quizá eso explique que de Jauja, presentada fuera de concurso en Cannes, no solo sea el protagonista sino también coproductor y responsable de la banda sonora. Se trata de la nueva película de Lisandro Alonso, convertido en autor de culto entre la cinefilia gracias a joyas minimalistas como Los muertos (2004) o Liverpool (2008). Hasta cierto punto supone un desvío para el argentino, que nunca antes se había apoyado tanto en los diálogos ni usado actores profesionales. «Creo de veras que Lisandro es un autor tan visualmente innovador y tan poético como Tarkovski, y a pesar de ello es increíblemente modesto», lo describe Mortensen. «Carece de pretensiones y eso hace que su cine sea particularmente honesto». 

Primer trabajo en danés

Los contornos narrativos de Jauja, encualquier caso, son difusos: el actor da vida a un capitán del ejército danés desplazado a la Patagonia en 1882 durante una campaña genocida contra la población aborigen de la región, para quien la búsqueda de su hija desaparecida a través del desierto se convertirá en una odisea existencial que evoca al Joseph Conrad de El corazón de las tinieblas o al David Lynch de Inland Empire. En otras palabras, definir la película no resulta fácil. «¿Es el sueño de una joven en la actualidad, o el sueño de un capitán en el siglo XVIII, o el sueño de una mujer, o el sueño de un perro? ¿Y si no es un sueño?», se pregunta Mortensen. «Lo mejor es que no importa».

Es la primera vez que rueda en danés, el idioma que heredó de su padre, y a lo largo de su carrera ha aparecido en pantalla hablando no solo castellano e inglés, sino también francés, alemán, ruso y hasta árabe. «Lo disfruto. Siempre veo mi trabajo como una oportunidad de contemplar el mundo desde un punto de vista distinto al mío, eso te mantiene abierto de miras. Los niños son muy buenos en eso, cuando juegan a ser indios o princesas no necesitan que nadie los dirija».

Jauja es tal vez la película más independiente y de menor presupuesto de su carrera«La relación con la cámara siempre es la misma. Pero, lamentablemente, algo sí cambia: cuanto más cara sea una película, menos posibilidades hay de que sea distinta de otras películas que has visto antes. Pero buscar lo nuevo y lo distinto es uno de los motores de todo lo que yo hago».