Estreno de una insólita producción teatral de La Perla 29

Una fábula de China

Pablo Derqui (izquierda) y Julio Manrique,arrodillado, en una escena con Ernest Villegas (centro)  y Borja Espinosa (derecha).

Pablo Derqui (izquierda) y Julio Manrique,arrodillado, en una escena con Ernest Villegas (centro) y Borja Espinosa (derecha).

JOSÉ CARLOS SORRIBES
BARCELONA

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sófocles, Shakespeare, Brecht, Mouawad... y ahora Ji Junxiang, un dramaturgo de la literatura clásica china. El aliento trágico de grandes autores ha impulsado las creaciones de Oriol Broggi y La Perla 29, un binomio convertido en una indiscutible referencia del teatro catalán. Director y compañía dan un osado paso al frente con el estreno esta noche en el Romea de un texto, L'orfe del clan dels Zhao, escrito en el siglo XIII por un autor cuyo desconocido nombre le cuesta pronunciar al propio Broggi. Pero responsable de una obra rebautizada como el Hamlet chino por su elevada carga dramática y poética.

Venganza, traición, destino, honor, tragedia y épica se superponen en una historia grande. Basada en un hecho real muy anterior, recoge la vida de un médico ambulante que se convirtió en el salvador de la saga de los Zhao. Ha de hacerse cargo de un bebé, el último superviviente de una familia exterminada por un malvado cortesano y general del ejército imperial. Ese médico debe incluso sacrificar a su propio hijo, también un bebé, para poder huir con el huérfano. Cuando este se haga mayor, deberá hacer frente a un destino marcado por la venganza.

VERSIÓN EN LONDRES / En sus tiempos como director del Centre Dramàtic de Terrassa tuvo Broggi, hace una década, conocimiento de la obra. Fue el actor egarense Carles Martínez quien le hizo llegar varias fábulas chinas, entre ellas L'oncle del clan dels Zhao. El director barcelonés quedó cautivado por un texto que guardó en su cajón. Incluso se planteó su puesta en escena cuando obtener los derechos para montar Incendis no resultaba fácil. La decisión de llevarlo adelante se produjo después de que Broggi y Julio Manrique, director del Romea entonces y socio en muchos montajes, fueran a ver una versión de la Royal Shakespeare Company en Londres. «Era una historia poderosa que atrapaba a la gente», recuerda Manrique, que programó acto seguido la pieza en su último año en el Romea y también encarna al médico que protege al huérfano.

CATARSIS DE TRAGEDIA / Aunque parezca algo sorprendente, Broggi explica que no ha estudiado mucho el mundo de la tradición china como preparación. «Acercamos la historia a nuestra manera de hacer teatro, en la que priman los textos. Incluso nos hemos inventado cosas para acabar de redondearla», reconoce el director de una obra que tiene «la catarsis de la tragedia griega».

A Broggi también le sedujo de L'orfe del clan dels Zhao una manera de contar con personajes que se presentan al público antes de detallar los duros avatares de su existencia. De ahí que haya convocado a un elenco muy contrastado. Junto a Manrique, Pablo Derqui es el malvado Du'an Gu y Ernest Villegas, el superviviente de los Zhao. Marta Marco es su madre, la princesa que sacrifica su vida en una de las muchas muertes que salpican la pieza. Su padre, Lluís Marco, es un funcionario retirado de un mundo corrupto que le repugna. Completan el elenco Borja Espinosa y Joan Garriga (líder del grupo La Troba Kung-Fú). Este pone la música en directo con Marc Serra (regidor y multiusos de La Perla) y oficia de trovador. Garriga toca versiones, que no son de canciones orientales, y tres temas propios.

EL BIEN Y EL MAL / Todos componen, a lo largo de dos horas, una fábula en la que conviven la lucha entre el bien y el mal, entre los mundos de las armas y las letras, entre gobernantes justos y corruptos. Un montaje que Broggi define como «teatro de actores y de vestuario» en busca de esa atmósfera oriental a la que también quiere impregnar algo de sabor Akira Kurosawa, aunque era japonés y no chino. Le sirve a Broggi, fan del cineasta, para la estilización de la violencia, nada tarantiniana, que acompaña la historia de la saga de los Zhao.

Entre los inventos del director no faltan espectros hamletianos que devuelven a la escena a personajes como el de la princesa fallecida. «Es una manera de ver que el pasado nos visita», dice. Esa visita es ampliable a la mirada a la tradición de la literatura china que representa una tragedia como L'orfe del clan dels Zhao. Como explica Broggi en el programa, «los hombres inventamos la tragedia para explicar nuestra existencia».