A cualquier precio El yugo del mensaje

Un imperio agropecuario de éxito se ve abocado al filo de la destrucción con una gravedad casi shakespeariana en A cualquier precio, en la que el director Ramin Bahrani trata de meditar sobre el potencial destructivo de la competición; sobre cómo la búsqueda obsesiva del éxito lleva a la gente a tomar decisiones que ponen en peligro su integridad y su felicidad; y sobre cómo conseguir el sueño americano propio puede arruinar sueños americanos ajenos.

Igual que en películas previas

-como Chop Shop (2007) o Goodbye Solo (2008), ninguna de ellas estrenada en España--, Bahrani habla de individuos que luchan por definir su código moral mientras se enfrentan a crisis orquestadas por las fuerzas de la economía global. Nunca antes se le había notado tan interesado en sacar conclusiones, pero en todo caso el resultado es una película confusa que alterna entre el cuento moral sobre el mundo de los negocios, drama familiar y retrato de una pequeña comunidad sin llegar nunca a integrar estos elementos dispares. Algunos personajes se perciben esencialmente superfluos, y el argumento incluye diversos conflictos genéricos que en ningún caso llegan a converger de forma satisfactoria, y en cambio explotan en el confuso tercer acto a través de una tragedia pesadamente metafórica. N. S.

Ramin Bahrani