Los premios de la Academia de Cine

La política centra el morbo de los Goya

Las posibles críticas a los recortes resucitan el 'No a la guerra' del 2003

OLGA PEREDA
MADRID

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Ya están aquí los Goya. Y, con ellos, el habitual morbo. En el 2011, el meollo estaba en el tenso encuentro entre dos examigos enfrentados por la ley antipiratería: la ministra Ángeles González Sinde y el director Álex de la Iglesia. En el 2012, la chispa saltó cuando el cineasta con mayor número de nominaciones fue, precisamente, un hijo pródigo de la Academia: Pedro Almodóvar. Este año el morbo es puramente político. Con una crisis que está dejando a España tiritando, el ambiente está muy caldeado. Y el mundo del cine no suele tener pelos en la lengua. ¿Será la gala de esta noche un 'No a la guerra' versión 'No a los recortes', 'No al Gobierno'? El panorama está tan turbio que hasta la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Saénz de Santamaría, ha pedido que el cine no se convierta en el asunto secundario de la ceremonia.

La llama la encendió hace días la <strong>Unión de Actores</strong>, que envió un comunicado pidiendo unos <strong>Goya reivindicativos </strong>contra la reforma laboral, el paro, los recortes en Cultura, Sanidad y Educación... En la gala estará presente el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, y será retransmitida en directo en TVE en 'prime time'. ¿Qué mejor oportunidad, según la Unión de Actores, para cargar contra el Gobierno? El comunicado --que encontró voces a favor y en contra entre productores, directores y actores-- resucitó el fantasma de la gala del 2003, cuando el cine español le gritó 'No a la guerra' (de Irak) al presidente del Gobierno, José María Aznar. Desde entonces, parte de la sociedad y muchos medios de comunicación declararon una segunda guerra, esta vez contra cineastas 'rojos' que, en su opinión, dilapidan el dinero público con sus películas.

EL PRESIDENTE PIDE CALMA

El comunicado de la Unión de Actores no encontró precisamente aplausos en el presidente de la Academia, Enrique González Macho, que aseguró que la crisis y los recortes se trufarán a lo largo de la gala, pero que no deberían convertirse en su 'leitmotiv'. La ceremonia debe estar, en su opinión, para celebrar un año en el que la industria española ha dado a luz películas excepcionales y en el que el público ha estado del lado del cine hecho en casa (mérito que se debe a <strong>'Las aventuras de Tadeo Jones' </strong>y al megataquillazo de <strong>'Lo imposible'</strong>).

Con 14 nominaciones, la de J. A. Bayona es una de las favoritas, aunque en número de candidaturas le superan el 'thriller' 'Grupo 7' (16) y el maravilloso cuento gótico 'Blancanieves' (18). ¿Hablaremos más de política que de cine? Veremos, pero todo apunta a que, al igual que en los Gaudí, los dardos contra el IVA y los recortes aparecerán en la gala pero no se convertirán en sus protagonistas como en el 2003 lo fue el grito unánime de 'No a la guerra'.