LOS ESTRENOS DE LA SEMANA

La versión definitiva de un clásico del musical

La adaptación de 'Los miserables' de Tom Hooper apunta a los Oscar

NANDO SALVÀ
MADRID

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Es posible que ningún otro libro haya sido trasladado con tanta frecuencia a otros medios artísticos como Los miserables, la epopeya de Victor Hugo sobre desigualdades sociales, fractura familiar, injusticia y redención; una de las novelas más largas que existen y, quizá, la mejor de todas las escritas en francés. Para empezar, alrededor de 60 versiones para la pequeña y la gran pantalla se han hecho en todo el mundo. Asimismo, el texto subió a los escenarios convertido en teatro musical en París en 1980, y desde entonces no ha bajado de ellos.

En 1985 una producción en lengua inglesa, con libreto de Herbert Kretzmer y dirigida por Trevor Nunn, vio la luz en Londres con críticas no precisamente entusiastas, y a día de hoy ahí sigue. El montaje de Nueva York, por su parte, reventó las taquillas entre 1987 y 2003 -se reestrenó en 2006 y permaneció en cartel durante dos años más-. Con 6.680 funciones, es el tercer musical más longevo en la historia de Broadway, superado solo porEl fantasma de la óperayCats.Los miserables, pues, es un monstruo.

Con toda seguridad, convertir un gran musical en una película viable supone un desafío formidable, y eso explica que, por cada éxito creativo -Cabaret,My Fair Lady- encontremos en oposición un fiasco -Rent,Evita,Mamma Mia-. Seguramente es eso mismo lo que llevó al director Tom Hooper a echarle el ojo aLos miserablesdespués de conquistar la Academia de Hollywood conEl discurso del Rey(2010): probablemente vio en el texto la posibilidad de volver a seguir llenando la estantería del salón de premios, tanto en forma de globo como de dorado señor desnudo.

Con el fin de darnos la oportunidad de ver un gran musical de Broadway sin tener que pagar los precios de Broadway, la nueva película afronta la tarea de comprimir las 1.500 páginas del libro en 157 minutos de metraje, trasladándose de una prisión del sur de Francia en 1815 a la localidad de Montreuil en 1823 y de ahí al París de 1832, donde transcurre la acción principal.

AMAR Y SUFRIR / La historia, recordemos, esencialmente narra las décadas de encarnizada persecución entre el criminal reformado Jean Valjean (Hugh Jackman) y el noble policía Javert (Russell Crowe), aunque es cierto que incluye un notable surtido de personajes significativos adicionales que aman y sufren y a menudo mueren, y que hacen todo eso con acompañamiento musical, con el fin de recordarnos que la capacidad cristiana para el perdón siempre acaba triunfando, aunque uno no siempre viva para brindar por ello.

Para trasladar eso a la pantalla, Hooper ha adoptado un enfoque del musical relativamente naturalista, una elección adecuada si nos fijamos en el asunto del relato pero quizás no tanto si consideramos que la narración tiene lugar enteramente en forma de canción. La película trata sus temas musicales como si fueran diálogos, pero no hay que olvidar que, por regla general, un diálogo de película raramente incluye personajes que le berrean sus sentimientos a todo volumen a la cara de nadie en particular. Escenas así solo tienen sentido con una orquesta.

UNA ÓPERA / En todo caso, en muchos sentidos la nueva película es más una ópera que un musical. Apenas hay coreografías de baile y aún menos diálogos al uso. La mayor parte de las frases son cantadas con un estilo recitativo, y los números musicales han sido capturados en primeros planos, la cámara sosteniendo los rostros de los intérpretes mientras estos cantan, de pie o sentados. Asimismo, Hooper insistió en que todas las canciones fueran interpretadas y grabadas en directo durante el rodaje, con auriculares ocultos que permitieran a los actores escuchar las orquestaciones.

El resultado es una película musical distinta a cualquiera que usted haya visto antes: voces reales emergen en tiempo real, y lo hacen acompañadas de temblores, pausas para coger aire y otras imperfecciones de las que en el estudio de grabación suelen eliminarse. Es inevitable preguntarse cómo habrían sonadoWest Side StoryoEl Rey y yode haberse rodado de esta manera.

LA BOCA ABIERTA DE ANNE HATHAWAY / Sin duda, ninguna de las canciones que componen la narración dará tanto que hablar como I dreamed a dream, interpretada por Anne Hathaway después de que su personaje, la madre soltera Fantine, haya sido perseguida, rapada y violada. Mientras la vemos abrir los ojos como platos e hiperventilando histérica para la cámara, es inevitable imaginarse a Hooper gritándole ¡más madera! por el pinganillo. Hathaway obtendrá galardones cinematográficos, entre otros motivos porque la imagen de su gigante boca abierta se grabará para siempre en las retinas de quienes reparten los Oscar. En ese y otros momentos es probable que incluso a los espectadores con el corazón de hierro se les haga un nudo en la garganta. Mejor vaya usted al cine bien provisto de pañuelos de papel. H