El valor del nombre

Algo tan sencillo como el nombre de un futuro bebé puede desatar un tsunami en una reunión familiar. Ocurre enEl nom,una trepidante comedia francesa de los jóvenes autores Matthieu Delaporte y Alexandre de la Patellière que se estrena esta noche en el Teatre Goya Cordorníu. Llega avalada por su enorme éxito en el país vecino. La obra coincide en Barcelona con la versión cinematográfica en la cartelera, realizada por el mismo equipo que triunfó con ella en los escenarios parisinos en el 2010.

Joel Joan se desdobla en actor y director de esta producción, adaptada al catalán por Jordi Galceran, que también ha hecho la versión en castellano. «Sin ser pretenciosa, es una obra que habla de cosas profundas», señala el dramaturgo. «Lo más difícil es hallar juegos de palabras que funcionen igual de bien que en la versión original y buscar referencias literarias que encajen porque el texto está lleno de ellas», explica Galceran, que añade que es «una comedia muy francesa».

La honestidad, la hipocresía y el machismo son algunos de los temas centrales de esta comedia que, como toda buenas obra de este género, tiene bastante de tragedia. «Lo que me gusta de esta obra es que se mofa de todo el mundo, sea de derechas o izquierdas, lo cual es muy saludable», apunta Joel Joan. «Es una comedia de bulevar, no es un vodevil. La construcción de los personajes es una de sus bazas», añade. Él encarna a Vicenç, un agente inmobiliario de éxito que será padre por primera vez a los 41 años.

Como el perro y el gato

«Vicenç tiene una mente brillante. No necesita fardar de nada y utiliza su inteligencia para sacar de quicio a su cuñado. De hecho, el uno y el otro son dos caras de la misma moneda», afirma Joan. La primera víctima de sus bromas pesadas y de la autodestructiva relación será Isabel (Sandra Monclús), hermana de Vicenç y esposa de Pere (Xavi Mira), un profesor universitario muy culto. Ella, profesora en un instituto de Badalona y ama de casa entregada, se preocupa por que no falte nada en elcous-cousmarroquí que ha preparado para una cena en casa a la que además de Vicenç, también asiste Claudi (Lluís Villanueva), un viejo conocido de toda la familia que es trombonista, y Anna (Mireia Piferrer), esposa de Vicenç, que viene del mundo de la moda y está embarazada de cinco meses. Claudi es «una especie detieteunuco», dice Joan. «Mi personaje sirve de contrapeso, pacifica a los demás y se ríe con ellos hasta que se descubre un secreto», destaca Villanueva.

Igual que ocurre en otras obras comoArte yUn dios salvaje, de Yasmina Reza, la acción transcurre en tiempo real y en un único espacio. En la versión catalana es un piso del Born. «Todos los personajes son muy humanos», resalta Joan. «Cada uno tiene su propia máscara para poder sobrevivir pero, a medida que avanza la obra, empiezan a aparecer grietas en esa coraza y al final se quedan desnudos».

Joel Joan llevó a su equipo a ver el filme. «Menos mal que lo vimos cuando teníamos nuestro montaje terminado», dice Monclús. «Es muy extraño ver un filme en el que te sabes todas las réplicas». añade.

Se desconoce cuánto tiempo estará la obra en cartel. El público tendrá la última palabra.