crítica

'Tengo ganas de ti', el romance, más realista y amargo

FERNANDO DE SUEZ

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Basada en una popular novela del italiano Federico Moccia,3 metros sobre el cielo(2010) se resentía de un exceso moralista, pero tenía algo dentro que estaba vivo. Funcionaba por la intensidad con la que reflejaba el romance entre Hache (Mario Casas), el chico duro y musculado por el que todas beben los vientos, y Babi (María Valverde), la niña pija que anhela salir de su burbuja de cristal. Había algo ahí de drama adolescente clásico y furioso, una voluntad deliciosamente demodé -y satisfecha con éxito- de mostrar el amor juvenil en toda su intensidad, en toda su locura, tomándoselo en serio y exprimiendo su romanticismo primigenio. A la vehemencia emocional de la propuesta contribuía, sin duda, la química entre Casas y Valverde, los actores protagonistas, y la admirable solemnidad con la que afrontaban sus personajes, a los que dotaban de una profundidad y unos matices muy probablemente menores en el texto de base.

Continuación de3 metros sobre el cieloy también inspirada en un libro de Moccia,Tengo ganas de ti sigue a Hache y a Babi un tiempo después de su inevitable ruptura, e introduce a un personaje nuevo: Gin (Clara Lago), chica todoterreno, clara antagonista de Babi, que podría relevar a ésta en el corazón de Hache. La fuerza de la propuesta (que no funciona tan bien en las tramas paralelas y acusa el mismo exceso moralista que su antecesora) vuelve a estar en su descripción del amor juvenil, esta vez menos ingenuo y optimista, más realista y amargo. Y, sobre todo, recae en el sólido trabajo de los actores, que recrean con credibilidad el momento en que muere el sueño adolescente y aparecen los dramas adultos.